Actualizado 21/09/2007 15:27

Un grupo de 38 inmigrantes que huyó de un centro lleva un mes escondido en los montes de Ceuta para no ser repatriado

Asociaciones vecinales y de inmigrantes se concentrarán el domingo en la Puerta del Sol para exigir que sean enviados a la península


MADRID, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de 38 personas de Bangladesh, que escapó el 18 de agosto del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta para evitar ser repatriado a su país, lleva más de un mes escondido en un campamento clandestino en los montes de esta ciudad "por miedo a ser deportado", según explicó una portavoz de Red Ferrocarril Clandestino, Pepa Torres.

Torres señaló a Europa Press que estos bangladeshis llevaban entre un año y dos años y cuatro meses en el centro y decidieron el pasado 18 de agosto escapar del CETI por miedo a ser enviados a Bangladesh. Añadió que en el campamento clandestino que han montado en los montes de Ceuta "están viviendo en condiciones infrahumanas, muchos de ellos con crisis de ansiedad por la situación dramática que viven y algunos de ellos enfermos de diabetes".

Con el objetivo de evitar su repatriación, distintas asociaciones de vecinos y de inmigrantes se concentrarán el próximo domingo, día 23, en la madrileña Puerta del Sol, donde reclamarán al Gobierno que sean trasladados a la península "por tratarse de una situación de emergencia humanitaria". La concentración tendrá lugar a las 12.00 horas y se celebrará bajo el lema 'No en nuestro nombre...impidamos la deportación'.

La convocatoria ha sido realizada por vecinos del barrio madrileño de Lavapiés, Asociación de Bangladeshis en Madrid, Red Ferrocarril Clandestino, Asociación ELIN, Área de Justicia y Solidaridad de la Confederación Española de Religiosos, Movimientos Sociales de Iglesia de Base, Pueblos Unidos, Mujeres y Teología, periódico Alandar y colectivo REPAR.

A LAS PUERTAS DE LA MUERTE

Los inmigrantes escribieron una carta en la que narran que han estado "a las puertas del desfallecimiento colectivo a causa de nuestras inhumanas experiencias" y añaden que han pasado "las peores experiencias que un ser humano pueda relatar en su vida".

Así, explican que las inundaciones de Bangladesh, la situación de pobreza, superpoblación y desempleo que vive en su país han determinado este "éxodo colectivo". "Nuestro país no ha podido entrar en el desarrollo económico y estable para asegurarnos una vida digna y de ahí que tengamos que buscar nuevos horizontes para la subsistencia", agregan.

"Deseamos vivir lo máximo que nos permita el Señor, pero estas organizaciones y el Gobierno juegan un papel muy importante en nuestra supervivencia; por favor dennos una oportunidad para ello y demostraremos que somos útiles para la sociedad española y europea como cualquier otro ser humano que se enorgullece de poner su granito de arena para contribuir socialmente hacia una comunidad de progreso", añade la misiva.

Relatan que cuando dejaron Bangladesh tuvieron "que afrontar unas condiciones infrahumanas de vida, mes tras mes y año tras año, con la culminación de atravesar el desierto del Sahara, incluyendo países subdesarrollados del norte de África". "Nuestra experiencia con las 'mafias' y grupos organizados para tal fin ha sido muy perjudicial para nosotros de manera mental y física, por no hablar de los pocos recursos económicos que tenemos. No nos abastecieron ni con agua ni con comida durante días".

SOL, CANSANCIO Y HAMBRE

En la carta remarcan que permanecieron "días enteros en el desierto del Sahara sufriendo altas temperaturas, con un sol y un calor asfixiante durante el día y con un frío intolerable durante las noches". "Hemos tenido que caminar cientos de kilómetros con los pies descalzos y en general pasar condiciones inhumanas durante meses, incluso años".

Este grupo de inmigrante deja claro que han encontrado "un trato excepcional en los funcionarios del Centro y el pueblo Ceutí" incluido "el Gobierno español y la Unión Europea". "Hoy por hoy nos sentimos decepcionados y sin esperanzas, después de haber perdido todas nuestras posesiones, nuestras casas, propiedades y recursos económicos, incluso la de nuestros familiares, a los que les quedamos nosotros para poder sobrevivir. Esta situación nos provoca una ansiedad que nos dificulta el poder comer adecuadamente, además de una inestabilidad psíquica y emocional", indican.

Por estos motivos, hacen un "llamamiento tanto para las organizaciones de servicios humanitarios como para los gobiernos de ámbito local y nacional, reivindicando el derecho a una vida digna como seres humanos".

"TRADE O TEMPRANO SERÁN DEPORTADOS"

El Delegado de Gobierno de Ceuta, Jenaro García-Arreciado, declaró hace unos días que "tarde o temprano serán deportados" y recordó que, según la legislación española, las personas que entran ilegalmente en España deben abandonar el país.

La historia de estos bangladeshis llegó hasta el barrio madrileño de Lavapiés a partir del testimonio de algunos de sus compatriotas que habían conseguido escaparse hace meses del centro de Ceuta. La implicación del barrio fue tal que un grupo de vecinos viajó en agosto hasta Ceuta para conocer de primera mano su situación.

Ahora, estos vecinos, comprometidos con la situación de estos 38 inmigrantes, han convocado la manifestación del próximo domingo y han decidido lanzar una campaña de recogida de firmas dirigida al Ministerio de Interior y que entregarán a la Delegación del Gobierno en Madrid con el objetivo de evitar su repatriación.

Lo que piden es: "di tú también: 'no en mi nombre: contra el terror que generan las deportaciones, por el derecho a elegir el lugar de vida y trabajo, por el reparto global de la riqueza'".