Ingresa en prisión tras matar a su padre de 93 años de una brutal paliza en Sodupe (Vizcaya)

Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 12 septiembre 2007 16:10

SODUPE (VIZCAYA), 12 (EUROPA PRESS)

Un hombre de 57 años ha ingresado en prisión acusado de matar a su padre de 93 años de una brutal paliza en el domicilio que ambos compartían en el barrio Elubarri de Sodupe (Vizcaya). El progenitor, a quien el parricida cuidaba desde que se encontraba postrado en una silla de ruedas desde hace varios años, falleció tras recibir varios puñetazos en la cabeza y otros golpes el pasado 1 de septiembre.

En declaraciones a Europa Press TV, los vecinos dicen que les ha sorprendido el suceso, recuerdan que el asesino era una persona "especial", aunque no se metía con nadie, e inciden en que cuidada "muy bien" de su padre.

Yolanda, camarera del bar cercano a su domicilio, recuerda un altercado sucedido en su local el día antes del asesinato. El agresor pidió un zurito (corto de cerveza) y un paquete de tabaco y se puso a reírse "él solo".

"De repente le dio el arrebato, tiró el vaso, tiró los ceniceros, todo lo que estaba a su altura en la barra; fui donde él y le dije que qué le pasaba y me dijo que estaba nervioso y se puso a reir y me dijo que si estaba asustada. ¡Estoy alucinada! ¿te pasa algo? ¡nunca te he visto así!, le contesté, y se puso a reir y me dijo que no se iba a ir en todo el día, a no ser que vendría la Ertzaintza a echarlo. Me decía que era un desgraciado y que si yo era de las pocas personas que le hablaba en el barrio", resaltó.

Yolanda subraya que el parricida le decía: "lo siento, es que estoy loco y me ha dado por hacerte esto, no lo hago por mal contra tí". Tres horas más tarde le pidió otro zurito, se lo pagó y se fue.

Por su parte, Antonio Méndez, otro de los vecinos del barrio, cree que "algo le habrá dado a la cabeza" al presunto asesino para hacer una cosa así. Aunque dice que "nunca fue normal" y que "todos se metían con él", con su padre "se llevaba bien" y por las noches siempre estaba en casa cuidándolo. "Le habrá dado alguna cosa", resaltó.

Otro de los vecinos declaró que no sabe que "le pasaría" por la cabeza pero que el día del asesinato una prima suya "oyó" lo que supone que fueron los golpes, por lo que se avisó a la Ertzaintza. "Si no lo llegan haber oído, amanece ahí (el padre herido)", agregó.

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