Actualizado 11/01/2013 14:42

Isidro Catela, autor de 'Hijos Conectados', cree que no se puede culpar a Internet de la violencia en los hijos


MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -

El autor de 'Hijos Conectados' (Palabra) y director de la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal Española, Isidro Catela, considera que no se puede culpar a Internet y a las nuevas tecnologías de la violencia en los hijos y advierte a los padres de que no pueden hacer dejación de sus funciones educativas.

"Hay que educar en la verdad y en la libertad, no podemos hacer dejación de funciones. Luego, hay que educar también en el uso adecuado de los medios, pero sería absurdo echarle la culpa a Internet. El problema principal es el hecho de que esos jóvenes sean violentos, la cuestión del medio que utilicen es importante, pero secundario", ha destacado en declaraciones a Europa Press, ante los datos del informe 'Adolescentes y Social Media: 4 generaciones del nuevo milenio' promovido por la Confederación Española de Centros Educativos (CECE).

Ante esta situación, Catela recomienda a los progenitores tener presente que "la violencia solo engendra más violencia" y educar con las palabras y la forma de actuar. Además, aconseja a padres y profesores "ser creativos para proponer usos buenos de las redes y propiciar en ellas espacios de encuentro".

En esta línea, ha afirmado que las pantallas y tabletas pueden "echar una mano" en la educación de los hijos, pero no sustituir la función de los padres ni "anular" el encuentro personal pues, según ha remarcado, "no hay pantalla digital que pueda sustituir a un abrazo, aunque la red pueda servir para reencontrarse con el amigo al que hace mucho que no se abraza".

Para Catela, el error "con peores consecuencias" que cometen los padres es dejar a los hijos en manos de las nuevas tecnologías. "La educación es un derecho de los padres. Y también es un deber, un privilegio, una auténtica gozada. Es un tesoro demasiado preciado como para dejarlo en manos de las pantallas. El ipad puede ayudar, pero debemos tener claro que los que educamos somos nosotros, con nuestras palabras, con nuestros actos y también con lo que dejamos de hacer y de decir", ha subrayado.

No obstante, también cree que respetar los ámbitos de privacidad e intimidad es "muy importante", no solo cuando hay adolescentes de por medio, y por ello, invita a los padres a "educar en la interioridad y dar claves para distinguir lo privado de lo público", algo que, según advierte, no está tan claro pues "hay mucha gente que en las redes sociales confunde a los amigos con los contactos".

MAMÁ, ¿ME COMPRAS UN MÓVIL?

Ante este nuevo mundo tecnológico, Catela apunta a los padres en su libro que la primera buena señal que indica que se está siendo buen padre es que el niño tenga la confianza suficiente para preguntarles si puede tener un móvil o si puede ver un programa en la televisión porque eso significa "que reconoce la autoridad" de sus progenitores.

En este sentido, ha destacado la importancia de lograr "con mucha presencia" que los hijos interioricen normas "sustentadas en valores" y de hablarles sin miedo de las virtudes. Además, ha subrayado que la fe puede "ensanchar" la razón pues, a su juicio, una buena educación cristiana influye en todos los ámbitos de la vida". "Lo saben bien los miles de padres que, queriendo lo mejor para sus hijos, intentan matricularles, a veces sin conseguirlo, en colegios donde el ideario está marcado por esos valores", añade.

Catela ha asegurado que existe "una mayor preocupación de los padres" al adentrarse en la "nueva época" digital, aunque ha añadido que, precisamente por esta inquietud, los progenitores también están haciendo un esfuerzo por "subirse a este tren en marcha de la mejor manera posible".