El joven de Barcelona acusado de maltratar y amenazar a su familia asegura durante el juicio que "no ocurrió nada"

La Fiscalía vuelve a pedir una orden de alejamiento contra él para evitar que agreda a su madre y a su hermano

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 17 julio 2007 20:32

BARCELONA, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -

El joven de Barcelona acusado de agredir y amenazar a su madre y a su hermano, incumpliendo la orden de alejamiento que se había dictado contra él para evitar que les volviera a maltratar, aseguró hoy que volvió al domicilio familiar porque lo había acordado con su madre y afirmó que "no ocurrió nada" mientras estuvo en casa.

El Juzgado Penal número 2 de Barcelona celebró hoy el juicio contra Oriol S.H. y la Fiscalía volvió a pedir que se le prohíba acercarse a menos de 1.000 metros de su familia, lo que le obligaría a abandonar su casa. Un juez de la capital catalana dictó en febrero la medida, pero él la incumplió y regresó a su domicilio, donde dos meses después volvió a agredir a su madre y amenazó a su hermano.

Además del alejamiento, la acusación pública pidió un año y nueve meses de cárcel y una pena de ocho días de trabajos en beneficio de la comunidad para el joven, de 25 años y estudiante de diseño gráfico, por una falta de amenazas, un delito de quebrantamiento de medida cautelar y otro de lesiones en el ámbito doméstico. Su madre y su hermano se acogieron a su derecho de no declarar ante la juez.

El acusado, por su parte, explicó que continuó viviendo en su casa, sin respetar la orden de alejamiento, porque lo había acordado con su madre. "Creímos que era lo mejor para que acabara el curso", afirmó, y añadió que ya no reside en el domicilio familiar, sino en un piso de alquiler. Según dijo, en el momento de los hechos, cuando estudiaba y trabajaba, no podía hacer frente al pago de un alquiler.

La Fiscalía mantiene que entre el 30 de abril y el 1 de mayo el acusado discutió con su madre y le "empujó en varias ocasiones" hasta hacerla caer al suelo, donde forcejeó con ella para evitar que utilizase el móvil y pidiese auxilio. Un día después, el joven presuntamente insultó y amenazó a su hermano, dos años menor que él.

Oriol S.H. aseguró hoy que durante esos dos días "no ocurrió nada" y que se encerró en su habitación porque se asustó al ver que venían los Mossos d'Esquadra. Uno de los agentes que se personó en la vivienda afirmó que la madre del acusado les llamó "porque su hijo se había encerrado en su habitación" y "le había dicho que si llamaba a la Policía se tiraría por el balcón".

El agente declaró que la madre no les dijo que hubiera sido agredida, aunque ellos sabían que habían "discutido" ese día. Para la defensa, lo manifestado por este mosso d'Esquadra y el hecho de que los afectados no hayan querido declarar contra el acusado hacen que "no queden acreditados" ni el delito de amenazas ni el de lesiones.

La Fiscalía, por su parte, considera que existen pruebas contra Oriol S.H., apoyándose en una primera declaración prestada por la madre y en el parte de lesiones del médico forense. Además, la fiscal remarcó que el acusado "no recurrió la medida de alejamiento" y que la conocía, pese a lo cual "estuvo viviendo en el domicilio".

ANTECEDENTES.

El acusado, hijo de padres separados, vivía con su madre y con su hermano, en un piso de 30 metros cuadrados de la calle Roger de Barcelona. Al parecer, ésta no es la primera vez que el agresor la emprende a golpes con su familia y, por ello, su familia decidió denunciarle ante los Mossos d'Esquadra el pasado febrero.

El juez de guardia de Barcelona dictó entonces una orden de alejamiento contra Oriol S.H. que le prohibía comunicarse y acercarse a su madre y a su hermano a menos de 1.000 metros, ya que entendió que si no se llevaba a cabo la prohibición existía el "riesgo" de que se repitieran "situaciones violentas".

El acusado reconoció entonces "implícitamente" los "constantes enfrentamientos" y se limitó a decir que necesitaba seguir viviendo en el domicilio familiar porque su padre no quería saber nada de él y no tenía dónde ir. La madre, por su parte, "entre sollozos", insistió "en la necesidad de esta dolorosa medida" para evitar las presuntas agresiones.

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