Actualizado 19/07/2007 16:09

Un juez de Granada sugiere a los padres vigilar los móviles que dan a sus hijos ante la difusión de agresiones grabadas

LA RÁBIDA (HUELVA), 19 Jul. (EUROPA PRESS) -

El magistrado del Juzgado de Menores de Granada, Emilio Calatayud, apuntó hoy, en relación con las recientes agresiones a menores que están siendo grabadas mediante teléfonos móviles para su posterior difusión por internet, que los padres deberían "vigilar" la tecnología de los aparatos que entregan a sus hijos.

En declaraciones a Europa Press, Calatayud, que participó en uno de los cursos de verano organizado por la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en su sede iberoamericana de La Rábida (Huelva), consideró que los padres han de ser "responsables" de los instrumentos que ponen al alcance de los menores.

En ese sentido, incidió en que "les estamos dando a los niños" una tecnología "sobre la que no hemos concienciado acerca de su uso y esto, unido a la inconsciencia de los chavales, da lugar a estas situaciones", sentenció.

SIN CONEXIÓN LIBRE A INTERNET EN SUS HABITACIONES

Asimismo criticó la presencia de ordenadores con conexión libre a Internet en las habitaciones de los menores e instó a los padres a que los coloquen en dependencias comunes de la vivienda para propiciar su supervisión. De igual modo sostuvo que "en la habitación del niño tienen que estar los 'ordenadores tontos' para copiar, cortar, pegar y guardar, pero nada más".

Por último, Calatayud, a cargo de la ponencia 'La repercusión de los medios de comunicación en la inducción a cometer delitos y creación de opinión pública', se preguntó "dónde queda el derecho a la intimidad de esa niña que ha sido grabada mientras le daban una paliza" y cuya imagen ha sido difundida a través de móvil e Internet.

Todo ello después de que ayer se conociera un nuevo caso de agresión grabada mediante teléfono móvil en Málaga, donde una menor de 15 años ha sido imputada por una falta de lesiones después de haberse citado con una compañera de instituto para darle una paliza, mientras al menos 20 de sus compañeros grababan la agresión con sus teléfonos y ésta era 'colgada' posteriormente en la red.