Actualizado 27/06/2007 14:58

Un juzgado de Tarragona insta a la Generalitat a devolver a una madre la custodia de su hija, que perdió por un bofetón

BARCELONA, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de Instrucción número 4 de Tarragona ha instado a la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) de la Generalitat a devolver la guardia y custodia de sus dos hijos a una madre dos días después de que la DGAIA se la retirara, a ella y a su marido, porque su hija apareció en la escuela con las marcas de un bofetón supuestamente propinado por el padre.

Según avanzó hoy 'El Mundo', además de la agresión a la niña, la DGAIA tuvo en cuenta a la hora de retirar la custodia a los padres que el hermano menor de la pequeña, de menos de tres años, se encuentra ingresado desde el pasado 7 de junio en el Hospital Santa Tecla de Tarragona con una fractura de fémur, aunque todo apunta a que el niño se provocó la lesión de forma accidental.

El auto del juzgado aclara que los informes recopilados durante los dos días en los que los niños han permanecido bajo la tutela de la DGAIA no indican una situación de maltrato habitual por lo que instan a la Generalitat a reintegrar la custodia de los niños a la madre, Ana María A.P., ya que al padre se le supone autor de la bofetada, y acuerdan un seguimiento de los menores en su entorno.

Los hechos se remontan al miércoles de la semana pasada, cuando la pequeña se presentó en el colegio con un hematoma en la cara que explicó que era consecuencia de un bofetón de su padre, cosa que confirmó el propio progenitor a la DGAIA. Al día siguiente se abrió el procedimiento judicial por un presunto delito de lesiones en el que constaba que el hermano menor de la niña permanecía hospitalizado desde hacía dos semanas por una fractura de fémur.

Sumando las dos circunstancias, el 21 de junio los Servicios Territoriales en Tarragona de la Conselleria de Acción Social y Ciudadanía acordaron declarar el desamparo de los menores y asumir su tutela. La niña ingresó ese mismo día en un centro de acogida.

Para clarificar la situación, el juzgado solicitó un informe forense de los dos hermanos, una exploración psicológica para valorar la situación de la niña tras su ingreso en el centro de acogida y un informe de la Fiscalía, que se pronunció a favor de retornar a la madre la guardia y custodia de los dos niños.

Del mismo modo, tras analizar la documentación recogida sobre los menores, el juzgado ha considerado "procedente" que se restaure cautelarmente la custodia a la madre, ya que la niña manifiesta en la exploración psicológica que su hermano se fracturó el fémur en una caída accidental, al chocar con ella en el parque, una versión confirmada por los padres y un testigo presencial.

BOFETÓN POR COMER HELADOS.

Además, por lo que se refiere al bofetón que le propinó el padre, la niña sostuvo ante los psicólogos que se lo dio porque había realizado una "trastada", concretamente porque se había comido cuatro o cinco helados sin permiso de su padre y aseguró en varias ocasiones que deseaba volver a su casa con su familia.

El juez recuerda en el auto, fechado el día 22, que, al margen del bofetón, "no existe ninguna otra prueba de que se haya reprendido físicamente a la menor por parte del padre, ni existe indicio o prueba alguna de que la madre haya maltratado físicamente a ninguno de los dos menores", por lo que resulve retornar la custodia a la madre, para evitar los "trastornos personales" derivados de la separación de la familia.

De este modo, se aconseja la "reintegración en la vida cotidiana de los menores, en su hábitat natural" para evitar "una estancia ajena a dicho entorno que se demore en el tiempo" durante el procedimiento judicial. Aun así, considera "adecuado y necesario" un seguimiento de los menores en su entorno y que se ofrezca apoyo "psicosocial" a la familia, "pero especialmente al padre" respecto al cuidado y la educación de sus hijos.