EL ESCORIAL (MADRID), 30 (EUROPA PRESS)
El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, el padre Juan Antonio Martínez Camino, advirtió hoy de que la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía es "un peligro para la democracia", ya que el Gobierno "transgrede sus propias competencias" y se pone "en la línea del totalitarismo".
En el marco de los cursos de verano de la Universidad Complutense, que se celebran en El Escorial, el portavoz de los obispos aseguró que esta materia "no supone una transmisión de enseñanzas sobre los derechos fundamentales que ampara la Constitución sino sobre cuál es la verdad del ser humano y qué es lo bueno y lo malo".
"Eso implica una vulneración de derechos fundamentales tan básicos como son la libertad de conciencia y la libertad de enseñanza", señaló Martínez Camino, al tiempo que indicó que "todavía" el Gobierno "está a tiempo de corregir este problema serio". Asimismo, recordó que la Iglesia con el rechazo a esta asignatura "no pretende oponerse a la autoridad legítima" sino "alertar sobre un peligro para la democracia".
Y es que, según el secretario general de la CEE, los reales decretos que definen los contenidos de la materia "fijan una moral obligatoria que todos deben estudiar" sin tener en cuenta "el derecho de los padres a elegir la educación que quieren para sus hijos". Frente a esta situación, insistió en que el derecho a la libertad de enseñanza y de conciencia "deben ser respetados por todos".
Preguntado sobre el Proyecto de Ley de Memoria Histórica, el portavoz del Episcopado destacó la importancia de actuar con "mucha prudencia", sin "abrir viejas heridas o hacer una memoria selectiva de la historia" que puede "no contribuir a la paz, al perdón y a la reconciliación". "Todo lo que no ayude a incrementar ese espíritu de comprensión entre todos los españoles que implicó la Transición y la Constitución de 1978 hay que pensárselo mucho", insistió.
Durante su ponencia, titulada 'El discurso de Ratisbona de Benedicto XVI', Martínez Camino recordó que en aquella lección, "pese a tener un eco poco comprensible", el Pontífice hacía un llamamiento a "la cultura occidental a entrar en diálogo con todas las culturas del mundo". Según explicó, ésta a diferencia del resto de las culturas del mundo tiene un "concepto corto de razón porque es una razón que se cierra a la última cuestión del hombre que es la cuestión de Dios".
Por ello, destacó el papel del cristianismo en este diálogo como religión de la razón y el amor. "Para el Papa --insistió_ ampliar el concepto moderno de razón es una exigencia del necesario diálogo de Occidente con las culturas religiosas del mundo".