Actualizado 21/06/2007 15:18

LOE.- Los obispos llaman a usar "medios legítimos" contra Educación para la Ciudadanía frente a posturas "acomodaticias"

MADRID, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Conferencia Episcopal Española (CEE) aseguró hoy que se puede recurrir a "todos los medios legítimos" para defender la libertad de conciencia y de enseñanza, que --a su juicio-- "está en juego" con la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos, puesto que "la gravedad de la situación no permite posturas pasivas ni acomodaticias". "Los padres harán uso de unos medios y los centros, de otros", dicen los obispos.

Sin querer mencionar "ninguno en particular" y, por tanto, sin hacer alusión a la posibilidad de acogerse a la objeción de conciencia frente a la materia creada con la Ley Orgánica de Educación (LOE), el Episcopado afirma: "Ninguno de tales medios legítimos puede ser excluido justamente en ninguno de los centros en los que se plantea este nuevo desafío: ni en los centros estatales ni en los de iniciativa social".

Por ello, los obispos subrayan en su 'Nueva declaración sobre la LOE y sus desarrollos: profesores de Religión y Ciudadanía', aprobada hoy en la Comisión Permanente de la CEE, que cuando está en cuestión un derecho "tan fundamental" como el de la libertad de conciencia y de enseñanza, como ven en peligro con la nueva disciplina, todos --y los católicos en particular-- deben mostrarse "unidos" en su defensa.

Tras señalar la "creciente y comprensible preocupación" de los padres por esta asignatura y las "muchas dudas" planteadas acerca del modo adecuado de responder a "tal desafío", considera que los medios concretos de actuación contra esta "inaceptable" asignatura son "diversos". Además, expone las "dificultades" de los centros educativos: a los católicos, por verse "obligados" a introducir una materia que "no resulta coherente con su ideario", y a los estatales, "perdiendo su obligada neutralidad ideológica".

"En cualquier caso, todos los alumnos, católicos o no, quedan afectados en sus derechos, ya que a ninguno se le puede imponer una formación moral no elegida por él o por sus padres", afirman los obispos en su escrito, criticando el carácter de "formación estatal obligatoria de las conciencias" --a su juicio-- objetivo de la asignatura confirmado en algunos libros de texto y la publicación de los currículum de distintas comunidades autónomas.

Recordando su declaración del pasado 28 de febrero sobre 'La LOE, los Reales Decretos que la desarrollan y los derechos fundamentales de padres y escuelas', en la que especificaron sus motivos por los que esta enseñanza implica una "lesión grave" del derecho "originario e inalienable" de los padres y la escuela a la formación de sus hijos, los obispos creen que hubiera sido "aceptable" e, incluso, "deseable", una asignatura que se limitara a explicar el ordenamiento constitucional y las declaraciones de derechos humanos.

Así, insisten en criticar al Estado por arrogarse un "papel de educador moral que no es propio de un Estado democrático de Derecho". "El Estado no puede suplantar a la sociedad como educador de la conciencia moral, sino que su obligación es promover y garantizar el ejercicio del derecho a la educación", manifiesta el Episcopado en su nueva declaración de cinco páginas, hecha pública hoy.

ACCIONES LEGALES CONTRA LA REGULACIÓN DE PROFESORES DE RELIGIÓN.

En otro orden de cosas, la Conferencia Episcopal criticó el nuevo Real Decreto por el que se regula la relación laboral del profesorado de Religión por entender que no cumple el Acuerdo sobre Enseñanza entre el Estado español y la Santa Sede ni se ajusta a la jurisprudencia establecida al respecto por los tribunales Supremo y Constitucional. Por ello, dice que no se puede excluir que "sea necesario ejercer las acciones legales oportunas para que sea respetado el ordenamiento jurídico, vigente, que tutela los derechos de todos".

En general, esta nueva regulación laboral de los docentes de la enseñanza religiosa --según los obispos-- asimila su situación a las formas contracturales del Estatuto de los Trabajadores pero "sin reconocer satisfactoriamente el carácter específico de su trabajo, derivado de la misión canónica". En su opinión, además de unas condiciones laborales "justas" la dignidad de estos profesores exige también las "garantías legales de su perfil específico", puesto que sin ellas perdería su identidad, expuesto al riesgo de desaparecer.

A pesar de ver "positivo" que el contrato laboral de este colectivo sea de duración indefinida", el Episcopado mostró su "disconformidad" con que la causa de extinción del contrato la revocación ajustada a derecho de la idoneidad del docente y que el acceso a destino quede en manos de la Administración. Así, critica que la autoridad de la Iglesia católica no es reconocida de manera suficiente para que le sea posible ejercer sus competencias de modo seguro.

"La mera invocación de una revocación ajustada a derecho sin aclarar a qué derecho se refiere puede restringir indebidamente la competencia del Obispo para retirar la idoneidad cuando tenga que hacerlo en virtud de las previsiones del ordenamiento jurídico de la Iglesia", alerta la CEE en su texto. No obstante, los obispos creen que podrán seguir actuando en este sentido según los Acuerdos entre España y el Vaticano, "que no ceden" ante un Real Decreto ni una ley ordinaria.

Asimismo, sentencia que en un ordenamiento inspirado por el principio de libertad religiosa los motivos de índole confesional por los que un profesor puede perder su idoneidad como docente de esta enseñanza "no son susceptibles de evaluación por las leyes y por los tribunales civiles". Además, dicen que el mandado de los Acuerdos Iglesia-Estado de que los profesores de Religión sean propuestos para cada año escolar es "compatible" con un contrato indefinido y permite garantizar la idoneidad del profesorado en cada momento.

"Por eso, los obispos seguirán haciendo la preceptiva propuesta de los profesores que consideran idóneos para cada año escolar", concluyen, defendiendo también que el destino de los profesores a un puesto determinado forma parte de la misión de enseñar Religión católica, "misión que el obispo no da en abstracto o de modo genérico, sino teniendo en cuenta las circunstancias concretas de lugar y personas".