MADRID, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
Más de 600 personas han solicitado desde la apertura de la convocatoria, el pasado 1 de septiembre, el Préstamo Renta Universidad con el que el Ministerio de Educación pretende facilitar el acceso a estudios superiores de aquellos jóvenes, graduados a partir de 2003, que "no disponen de medios materiales".
Se trata de préstamos de hasta 22.800 euros sin interés para financiar máster oficiales en cualquiera de los 46 países del Espacio Europeo de Educación Superior que sólo se devuelven cuando el beneficiario supera los 22.000 euros de renta anual.
"El único requisito para acceder a este crédito es que el alumno esté matriculado en un máster oficial. No hace falta ni garantía, ni aval", precisó hoy, durante una rueda de prensa, el secretario de Estado de Universidades, Miguel Ángel Quintanilla, quien insistió en que el ministerio "no va a controlar en qué se gasta el dinero ese alumno sino que simplemente que se ha inscripto en un máster".
Asimismo, señaló que la iniciativa, que cuenta con un presupuesto de 50 millones de euros y aspira a dar respuesta a unas 6.000 solicitudes, tiene por objetivo que los jóvenes no dependan de "la condición económica familiar" para poder acceder a estudios superiores.
Los préstamos podrán solicitarse --hasta que se distribuya todo el crédito-- a través de la página web del MEC (www.mec.es). Una vez resuelta de forma positiva la solicitud por parte del ministerio se procederá a formalización del mismo a través de las entidades financieras, que, según precisó el presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO), Aurelio Martínez Estévez, "serán todas las grandes".
OCHO AÑOS PARA SALDAR LA DEUDA.
Una vez aprobada la solicitud, el alumno recibirá hasta un máximo de 6.000 euros que corresponderán a gastos iniciales, a los que se sumarán, si el estudiante los solicita, hasta 800 euros mensuales durante el tiempo que dure el máster (un máximo de 21 meses).
La devolución se hará en pagos trimestrales que nunca superarán anualmente una octava parte de la deuda total --es decir, que habrá un plazo de 8 años para saldar el préstamo--. El beneficiario tampoco deberá empezar a pagar hasta dos años después de solicitado el préstamo, y sólo lo hará si supera el umbral de renta establecido.
Además, según añadió Quintanilla, si en algún momento el solicitante deja de percibir la renta anual que figura como requisito --y que es la que fija Hacienda para estar obligado a presentar la Declaración de la Renta-- podrá dejar de pagar la alícuota del préstamo hasta que vuelva a ese umbral.
Asimismo, si no consigue devolver el dinero en 15 años desde la formalización del préstamo, la deuda se considerará condonada. "El estado se hace responsable de su financiación. De todas maneras la posibilidad es tan baja que hemos preferido asumir el riesgo", aseguró Quintanilla, quien explicó que será la Agencia Tributaria la encargada de recordar al beneficiario que se encuentra en condiciones de saldar su deuda.
Por su parte, Martínez Estévez explicó que este modelo ya funciona, sobre todo, en países sajones con "muy buenos resultados". Además, destacó que la iniciativa, "que es una apuesta por la educación", limita el riesgo, por lo que "facilitará la formación de todas las personas".