Los niños que viven en áreas con mayor número de homicidios obtienen peores resultados en sus exámenes, según un estudio

Europa Press Sociedad
Actualizado: lunes, 14 junio 2010 22:59

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MADRID, 14 (EUROPA PRESS)

Los niños que viven en áreas con mayor número de homicidios tienen peores resultados en sus exámenes, según refleja un estudio dirigido por el profesor de la Universidad de Nueva York, Patrick Sharkey, realizado a partir de datos de la ciudad de Chicago y que han sido publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS por sus siglas en inglés).

En este sentido, Sharkey ha asegurado que "este descubrimiento pone de manifiesto el impacto que la violencia puede tener sobre los niños que viven en una determinada zona conflictiva, por el hecho de ser testigos directos de esta" y, por lo tanto, ha aseverado que los resultados evidencian que esos niños se ven obligados a convivir con una "carga" tanto en su vida cotidiana en el barrio como en su entorno escolar.

Para llevar a cabo el estudio, se han combinado los archivos correspondientes a los homicidios cometidos en Chicago desde 1994 y 2002, junto con los informes de los niños y familias entrevistados para el 'Proyecto Sobre Desarrollo de los Vecindarios de Chicago', que se llevó a cabo en ese mismo periodo. De esta forma, Sharkey comparó los resultados de los exámenes que los chicos hicieron justo después de los hechos con los que fueron realizados en otros periodos.

Asimismo, tomo como referencia tres tipos de áreas geográficas en función de su tamaño: 'Block groups' (Grupos de bloques), pequeños conjuntos de bloques de ciudad con cerca de 1.500 habitantes; 'Census Tracts' (Sectores censales), algo más grandes formados por unas 4.000 personas; y los 'Neighborhoods Clusters' (Agrupaciones vecinales); de 8.000 residentes, y examinó por separado el impacto potencial de un homicidio en esas zonas para afroamericanos e hispanos, excluyendo a otros grupos étnicos por "no estar expuestos casi nunca en ese tipo de situaciones".

Los resultados muestran cómo los niños afroamericanos que son evaluados directamente después de un homicidio obtienen resultados sustancialmente inferiores que las de sus compañeros del mismo vecindario examinados en otro momento. Sin embargo, cuando el tiempo que pasa entre el suceso y el examen supera la semana, los efectos estimados se desvanecen. Además, cuando la distancia entre la casa del niño y el lugar exacto del homicidio se amplía, el impacto se vuelve más débil.

Por su parte, mientras que los resultados son muy evidentes con los afroamericanos, no lo son tanto para los hispanos a quienes no parece afectarles de igual manera, algo que Sharkey espera entender con nuevos estudios que está desarrollando al respecto.

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