SAN LORENZO DE EL ESCORIAL 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
El adjunto segundo del Defensor del Pueblo, Manuel Aguilar Belda, afirmó hoy que "no hay evidencias científicas" de efectos perjudiciales sobre la salud de los ciudadanos por la proximidad a antenas de telefonía o líneas de alta tensión, aunque consideró "inobjetable" la necesidad de ser "precavidos" al respecto.
Belda, que participó en el curso 'Campos electromagnéticos y sociedad' que se celebra en los Cursos de Verano de la Universidad Complutense en El Escorial, manifestó la "preocupación" de la institución por la "persistencia de las quejas" por la exposición a campos electromagnéticos, "incluso si carecen de fundamento".
"Los expertos revisan los estudios experimentales y epidemiológicos publicados y no encuentras ninguna asociación entre exposición a campos electromagnéticos y uso de telefonía móvil y determinados cánceres", señaló el 'número tres' del Defensor del Pueblo.
Afirmó que la "percepción del riesgo en algunos sectores sociales, siendo legítima, no se corresponde con las evidencias científicas disponibles que no han observado ningún efecto adverso para la salud derivado de la exposición a campos electromagnéticos procedentes de estaciones base de telefonía -antenas- y las líneas de alta tensión".
MEDIDAS DE PRECAUCIÓN.
No obstante, señaló la falta de consenso en torno a "cual es el umbral de seguridad total" para los ciudadanos ante la proximidad de antenas y líneas de alta tensión, por lo que pidió no tachar de "irracionales o alarmistas" las noticias que alertan de la necesidad de tomar adecuadas medidas de precaución.
"Más bien todo lo contrario, la necesidad de ser precavidos es inobjetable, sobre todo si no disponemos de un conocimiento con resultados concluyentes", agregó Belda, quien alertó de que "si no hay evidencia precisa y unánime de la relación entre los campos electromagnéticos y los daños de seguridad, ningún nivel de emisión podrá nunca asegurar la protección".
"No se ha podido comprobar que, en condiciones de exposición a campos electromagnéticos que respeten los niveles de referencia de la Recomendación de la Unión Europea, los efectos biológicos observados experimentalmente impliquen o signifiquen un riesgo para la salud", manifestó.
Por último, subrayó que el número de quejas por la exposición a campos electromagnéticos se ha visto reducido "considerablemente" los últimos años debido principalmente a un mayor grado de información ofrecida por autoridades e instituciones que ha frenado "preocupaciones" de los ciudadanos que "generalmente infundadas".