Actualizado 10/08/2007 20:30

Portugal.- Se cumplen cien días sin rastro de Madeleine y con sus padres ahora en el punto de mira

Los padres de la niña consideran "ridículo" el que se diga que está muerta y que ellos fueron quienes la mataron


LISBOA, 10 Ago. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -

La pequeña Madeleine McCann hace este sábado cien días que desapareció y todavía no hay ni rastro de ella, aunque sí muchas especulaciones, sobre su paradero o lo que le pudo ocurrir. Sus padres están convencidos de que está viva, la policía apenas da datos, pero filtra muchos a diversos medios de comunicación, los últimos, que la niña podría estar muerta y sus padres y su círculo más cercano implicados. Sin embargo, hasta ahora nada se sabe de Maddie.

En pocas ocasiones la desaparición de una niña ha causado tanto interés a nivel internacional. El rostro de la pequeña Madeleine McCann ha salido en las televisiones y periódicos de medio mundo y hay carteles con su imagen en las paredes de aeropuertos, estaciones de autobuses y ferrocarril de medio planeta.

Sus padres la han buscado sin descanso e incluso se han reunido con el Papa y hay más de cuatro millones de euros en donaciones por una pista fiable para encontrarla. Sin embargo, a pesar de todo ello, Madeleine no ha aparecido. Mañana, sábado, habrá música, misas y lanzamientos de globos para recordarla.

Madeleine desapareció del apartahotel del complejo hotelero Ocean Club, en Praia da Luz, en el Algarve, cuando dormía en una habitación con sus dos hermanos gemelos de dos años. Sus padres cenaban con unos amigos en un restaurante próximo desde el que se acercaban a vigilar a los niños periódicamente.

Al principio las autoridades portuguesas, que colaboraron desde un primer momento con la Policía británica, estaban convencidas de que la niña, que cumplió cuatro años al poco tiempo de desaparecer, había sido secuestrada, ya fuese para pedir un rescate o con fines sexuales.

Tras una primera fase de investigaciones la Policía Judicial (PJ) lusa determinó como "sospechoso formal" al ciudadano británico Robert Murat, que vive con su madre en una casa a pocos metros del aparthotel del que desapareció la pequeña, aunque se desconoce qué pruebas hay contra él.

Pero después de tres meses siguiendo la pista del secuestro, hace una semana todo dio un giro de 360 grados, al menos oficiosamente, ya que la PJ no confirma ni desmiente las nuevas informaciones. Éstas indican que la nueva pista de la Policía es que la niña murió el mismo día de su desaparición, el 3 de mayo, en el cuarto que ocupaban sus padres en el aparthotel.

Según los medios de comunicación portugueses, que citan a fuentes policiales sin identificar, este nuevo rumbo en las investigaciones se debió a que los perros rastreadores encontraron vestigios de sangre en la habitación y se sospecha que sea de Madeleine, aunque todavía no se conocen los resultados de los análisis de ADN, que se están llevando a cabo en Reino Unido. Además, los padres y su círculo más cercano estarían implicados.

LA GUERRA.

Esta situación abrió una guerra entre medios británicos y portugueses. Los primeros acusan a la PJ de incompetencia y de realizar una campaña para difamar a los padres de Madeleine. La Asociación Sindical de los Funcionarios de Investigación Criminal portuguesa está estudiando la posibilidad de demandar a algunos diarios británicos por sus afirmaciones sobre la actuación de la policía judicial lusa.

Los segundos insisten en que la PJ está convencida de que la niña está muerta, de hecho, están buscando su cuerpo, dicen, y los padres son los principales sospechosos, debido al contenido de las escuchas telefónicas que les realizó la Policía.

Todo este cruce de acusaciones y supuestas informaciones se produce mientras la PJ no confirma ni desmiente nada. En medio, los padres de Madeleine, Kate y Gerry McCann, que en los últimos días no han dejado de dar entrevistas. Primero a medios británicos, después a los portugueses.

ESTÁ VIVA.

El matrimonio McCann ha asegurado en todas ellas que están convencidos de que su hija "está viva" y piden a la Policía que les informen si ahora existen pruebas de que la pequeña no fue secuestrada sino que podría estar muerta. "Como padres, si hay pruebas tenemos que saber de ellas", afirmó Gerry, que junto con su mujer se reunió esta semana en dos ocasiones con la PJ, pero, al parecer, no les han dado ninguna información clara de como está el caso.

En declaraciones a las televisiones portuguesas, el matrimonio reconoció que parece que las investigaciones volvieron al punto cero y debido a eso hay mucha especulación que les ha hecho daño. "Lo más doloroso es que la prensa hubiese sugerido que Madeleine estaba muerta y que sus padres estarían implicados", afirmó el padre de la pequeña.

Gerry aseguró que no cree "ni por un segundo" que alguno de sus amigos pudiese estar implicado en la desaparición de su hija porque todos los que los acompañaban "son de absoluta confianza". Sin embargo, dijo que comprende que la Policía tiene que hacer su trabajo "de la forma más correcta".

"Aparentemente sabemos que la investigación cambió, hemos tenido reuniones con la Policía y sabemos como están empeñados en el caso", insistió Gerry McCann, que consideró que si su hija hubiese sido maltratada o estuviese muerte "algo habría aparecido".

El matrimonio McCann considera ridículas las sospechas de su implicación en el caso. "¿Pensar que matamos a nuestra hija? ¡Es ridículo! Es increíblemente perturbador: por un lado sugerir que nuestra hija está muerta y que la Policía tiene pruebas de eso, y por otro, sugerir que lo hicimos nosotros", afirmó Gerry, mientras su mujer apuntaba que "la Policía nunca nos dio ninguna indicación de que somos sospechosos. De forma ninguna", dijo, en una entrevista al semanario 'Expresso'.

Los padres de Madeleine aseguran que no saben de dónde vinieron esas informaciones y que "no podemos aceptar que Maddie esté muerta hasta que no haya una prueba definitiva", afirmó el progenitor de la pequeña.

NUEVA INVESTIGACIÓN.

Los McCann reconocen que "fue seguida una línea de investigación que no resultó en nada. Las pruebas tienen que ser reexaminadas para llegar a la verdad. Fantástico. Ya dijimos a la Policía todo lo que sabíamos". El matrimonio apunta que sólo saben lo que ocurrió un número reducido de personas. "Nosotros sabemos lo que hicimos, la Policía sabe lo que hicimos y el raptor sabe lo que hizo", afirmó Gerry McCann.

Respecto a los restos de sangre encontrados en el apartamento donde Madeleine dormía y que está siendo analizada en el Reino Unido para saber si pertenece a la niña, el matrimonio McCann insiste en que sólo quieren saber la verdad. "Sería sorprendente que fuese de Maddie y sólo la encontrasen ahora, tanto tiempo después", afirmó el padre de la pequeña.

El matrimonio McCann permanece en el Algarve y no tiene intención de volver a Reino Unido hasta que todo se aclare porque "es muy difícil volver" una vez que su "vida normal" acabó el 3 de mayo. La pareja y sus dos hijos gemelos de dos años están en Portugal con permiso de su trabajo pero sin recibir su sueldo y están viviendo del fondo de donaciones recibido.