Actualizado 27/08/2007 20:30

Un psicólogo dice que las conductas agresivas hacen del fútbol base una alternativa "poco atractiva" para la educación

SAN SEBASTIAN, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -

El psicólogo y docente de la Universidad de Zaragoza Fernando Gimeno Marco consideró este lunes que las "lamentables y cada vez más frecuentes conductas agresivas" por parte de jugadores, padres, espectadores y entrenadores en el terreno de juego, "hacen del fútbol de base una alternativa poco atractiva para la educación y desarrollo juvenil".

Gimeno, que explicó en los Cursos de Verano de San Sebastián el Plan de Prevención de la Violencia en el Deporte Base, y advirtió de que "los entrenadores mantienen una percepción muy alejada de los aspectos en los que se debe incidir y trabajar para suprimir definitivamente las actuaciones agresivas".

A su juicio, hay tener claro que "se deben modificar las conductas, y no los objetivos que se persiguen con ellas". Explicó que el Plan Preventivo de la Violencia impulsa que entrenadores de fútbol y árbitros, todos ellos de la misma categoría, "definan los conceptos de violencia y deportividad en el terreno de juego".

En base a estas pautas, "cada entrenador y árbitro rellenará una ficha valorativa de la sensación global de cada uno de los partidos disputados", indicó. Los resultados valorativos alcanzados por las actitudes de los árbitros y entrenadores se darán a conocer al finalizar la primera vuelta de liga, para en casos negativos "tener la posibilidad de reconducir el trabajo".

En el caso de los partidos de riesgo, se llevará a cabo una reunión en la que participarán, además de los entrenadores y representantes de los clubes, responsables del Comité de Árbitros y de la Federación de Fútbol, quienes firmarán un documento en el que se comprometarán a realizar una serie de actividades con los jugadores y con sus familiares, "los principales agresores en el terreno de juego", según el psicólogo.

Gimeno afirmó que desde la implantación del Plan de Prevención de la Violencia en algunas comunidades autónomas, hace tres años, "no se han apreciado conductas agresivas, sobre todo, en los partidos de la segunda vuelta". "Quizá se deba a que los resultados no inciden en la identificación del agresor, sino en el modelo a seguir", concluyó.