Actualizado 17/10/2007 13:35

El vocal y portavoz del CGPJ, Enrique López, apoya a Comas en la individualización de las penas de casos de maltrato

MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -

"Manifiesto mi apoyo a las declaraciones de la presidenta del Observatorio de Violencia de Género, Montserrat Comas, porque estoy de acuerdo con que uno de los principios básicos del Derecho Penal es la individualización de los derechos", declaró hoy el vocal y portavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Enrique López.

"No todos los delincuentes, terroristas o, maltratadores son iguales. Por ello, hay que permitir al juez que tenga una facultad de individualización concreta en las consecuencias penales. Aquí no rige el Derecho Penal del autor, ni el principio de venganza, sino el de justicia material", añadió en apoyo a Montserrat Comas, en declaraciones a Europa Press.

"El CGPJ advirtió en su informe de los problemas que esta ley iba a tener en aspecto técnico, no se está pidiendo ningún tipo de valoración de cuáles son las medidas que se han adoptado en materia de política preventiva, fundamentalmente en educación en valores, que es una parte importante de la ley sobre la que no se ha realizado ningún tipo de valoración", comentó el vocal y portavoz del CGPJ.

Respecto a la especialización de los juzgados de violencia de género, Enrique López comentó que "ha llegado el momento de analizar los problemas técnicos surgidos con esta ley, ya que cuando comparten competencias con otras materias se convierten totalmente en ineficaces".

Referente a las cuestiones de discriminación positiva, pendientes de ser resueltas en el Tribunal Constitucional, el vocal y portavoz del CGPJ afirmó que "si el Tribunal estima estas cuestiones, dando la razón al informe del CGPJ, nos veríamos obligados a revisar miles de sentencias donde se ha aplicado la norma, que se podría considerar como inconstitucional".

Montserrat Comas, pidió ayer en el Congreso evitar que las órdenes de alejamiento sean obligatorias en todas las sentencias. Según Comas, esta circunstancia favorece que haya cientos de órdenes imposibles de cumplir porque la propia víctima está disconforme, especialmente en delitos leves, que antes eran considerados faltas como las amenazas o agresiones sin resultado de lesión.