MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
Miles de somalíes se han visto obligados a abandonar sus hogares en la capital somalí, Mogadiscio, durante el pasado fin de semana debido a que en sus calles se han producido "algunos de los combates más sangrientos y duros" desde que el pasado 8 de mayo comenzaran los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los grupos rebeldes Al Shabab y Hisb-ul-Islam, según denunció hoy el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que señaló que durante el último mes se estima que al menos 117.000 somalíes se han convertido en desplazados internos.
Más de 200 personas han muerto sólo durante el último mes, la mayor parte de ellos civiles. Además, los informes procedentes de los hospitales indican que cerca de 700 personas han resultado heridas en los enfrentamientos. "ACNUR está gravemente preocupada por la violencia y el hecho de que esto está agravando una situación humanitaria de por sí desesperada", señaló un portavoz de ACNUR, William Spindler.
"La forma en la que los civiles son victimizados por este conflicto es inaceptable", subrayó Spindler. "Las partes involucradas están luchando sin considerar la seguridad de los civiles en una clara violación del Derecho Humanitario y los principios humanitarios", aseguró.
Esta agencia de la ONU subrayó que la mayor parte de desplazados son mujeres y niños, que muchos huyen con muy pocas pertenencias, y que se enfrentan a circunstancias extremadamente difíciles. "Las mujeres son especialmente vulnerables, hay informaciones de violaciones y de explotación sexual durante su huida y en los lugares donde se refugian", señaló Spindler. "Estos riesgos aumentan por la limitada asistencia humanitaria disponible", añadió.
Además, hay innumerables familias que se han visto separadas debido al conflicto. Los sucesos de mayo han empeorado un patrón de violencia indiscriminada que ha visto cómo al menos 34 escuelas han sido ocupadas desde principios de año por los grupos armados, y al menos otras seis atacadas o bombardeadas en los últimos doce meses.
Las informaciones también indican que los civiles desesperados por huir permanecen en sus casas durante días sin comida, agua ni servicios básicos, esperando una pausa en el enfrentamiento para escapar de la ciudad.
"Debido a la última escalada nos vimos obligados a poner en suspenso la distribución de ayuda vital en una localidad denominada 'Kilómetro 13', en las afueras de la capital somalí", señaló Spindler. "Durante esta fase habíamos esperado dar ayuda humanitaria a casi 30.000 personas, pero la distribución tuvo que detenerse debido a los combates entre los grupos de la oposición y las fuerzas gubernamentales por el control de la carretera principal de Mogadiscio hacia el distrito de Afgooye", lamentó.