MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
Unos 160 activistas de Greenpeace se han encadenado a las puertas del centro de conferencias donde se celebra la European Business Sumit para "controlar simbólicamente la entrada" y para pedir a las empresas europeas que lideren una economía verde.
De este modo, los activistas sólo permiten acceder al recinto a las empresas progresistas que apoyan que la Unión Europea asuma un compromiso de reducción de emisiones del 30 por ciento como paso previo a una economía verde, al tiempo que impiden la entrada a la reunión a los representantes de las corporaciones que están presionando para que la UE se comprometa a un objetivo menor.
El propósito de la ONG es exponer la diferencia entre las empresas que apuestan por avanzar en la lucha contra el cambio climático y las las que presionan a la UE para que no aumente sus compromisos. ** Los empresarios europeos celebran la reunión 'Europe in the world: leading or laggin' (Europa en el mundo, liderando o retrasando) para resaltar el papel positivo que están jugando, en el ámbito europeo, algunas empresas y pedir a los representantes del resto de grandes compañías europeas que tomen ejemplo.
Concretamente, Greenpeace ha destacado el papel de empresas como Acciona, Unilever, Danone, Sony, Deutsche Telekom y Allianz, que han pedido a los líderes europeos la adopción de un compromiso de reducción de emisiones del 30 por ciento para 2020, como forma de garantizar una trayectoria "estable que permita planificar el panorama de inversiones necesarias para que la UE se sitúe a la cabeza de la economía verde y sea capaz de competir con la industria china y americana", que están ya invirtiendo "de forma considerable" en tecnologías limpias y se han colocado a la cabeza de estos sectores modernos.
El pasado mes, marcas europeas como IKEA, Puma, MANGO o Sol Meliá se han sumado al movimiento de empresas progresistas que se manifiestan públicamente a favor de la innovación y el desarrollo verde, presionando para que la UE se comprometa a un 30 por ciento de reducción de emisiones.
"El sector de los negocios tiene una gran influencia en la clase política y no podemos permitir que sean los intereses de los sectores afines a los combustibles fósiles los que marquen la política europea. Es el momento de tomar ejemplo de las empresas que utilizan su influencia para impulsar decisiones políticas como el 30% de reducción de las emisiones de la UE para 2020, que no solo contribuyen a la lucha contra el cambio climático sino que aseguran el paso hacia la única economía posible en el futuro, la economía verde", ha declarado la responsable de la campaña Cambio climático de Greenpeace, Aida Vila.
Finalmente, recuerda que en junio se celebrará el próximo Consejo de Ministros de Medio Ambiente en el que se discutirá, precisamente, la posibilidad de aumentar el objetivo de reducción de emisiones para 2020, fijado en el 20 por ciento. Algunos informes exponen que elevar esta cifra hasta un 30 por ciento, contribuiría a frenar el cambio climáitco; promovería las inversiones limpias en la UE, y aumentaría el Producto Interior Bruto europeo en 620.000 millones de euros para 2020.