Asociación Catalana por la Infancia Maltratada responsabiliza a los padres del maltrato de la niña de Salou (Tarragona)

BARCELONA 1 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Asociación Catalana por la Infancia Maltratada (ACIM) consideró hoy que los padres, la familia y el entorno son los "principales responsables" de evitar un caso de maltrato infantil, como el de la niña maltratada de Salou (Tarragona), según explicó hoy la secretaria de Acción Institucional de ACIM, Isabel Peris en declaraciones a Europa Press.

Así, rechazó las recriminaciones que ayer lanzó el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, contra la Dirección General de Atención a la Infancia (DGAI) por no proteger a la niña maltratada de cinco años de Salou, Claudia. "No hay un culpable claro, todos tenemos nuestra parte de responsabilidad", anadió.

En este sentido, recordó hoy que los "principales responsables" del cuidado de los niños son sus padres, la familia y el entorno, que son "el punto de partida" para evitar la violencia infantil.

Peris apuntó que el ACIM no se pronunciará específicamente sobre el caso de la niña Claudia ni tampoco de la bebé maltratada de Montcada (Barcelona), Alba, ya que consideran que no deben centrarse en "casos puntuales". "Debemos ir más allá de los casos que salen a la luz", dijo.

Asimismo, apuntó que "es fundamental" para evitar los maltratos infantiles la "formación de profesionales", tanto en los centros de atención primaria, como en las comisarías y en los juzgados, y que se sigan los mismos "criterios de valoración" ante un indicador de violencia a menores.

Peris valoró positivamente el protocolo de actuación existente como "una herramienta muy valiosa", pero lamentó que "está aún en proceso de adopción" y pidió que se extienda al "máximo número de agentes sociales posibles". "Aún ahora no todo el mundo actúa y valora igual un mismo indicator de violencia", señaló, a lo que añadió que se debe usar "el sentido común en las actuaciones".

Por ello, señaló que "es fundamental que aumente la colaboración" entre los equipos de atención de un mismo municipio y que se aceleren los procesos, ya que si éstos "se alargan meses y años, para un menor puede ser media vida".

Además, apuntó que si los maltratos no se detienen "en el momento incipiente, pueden convertirse en un caso grave" porque se trata de una violencia gradual.