Actualizado 07/11/2016 14:20

La ayuda española a países pobres contra el cambio climático: Ni el 1% de lo prometido

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   MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -

   España ha desembolsado menos del 1 por ciento de lo que ha comprometido entre 2015 y 2018 para el Fondo Verde del Clima, destinado a ayudar a los países menos desarrollados en su adaptación y mitigación contra el cambio climático, ya que estos, precisamente son de los más afectados por sus consecuencias.

   Según el informe de Oxfam Intermón 'Contra viento y marea: España ya no puede poner más excusas en la lucha contra el cambio climático', España ha aportado apenas un millón de euros de los 120 millones que anunció que desembolsaría y la ONG ha calculado que en función de su Producto Interior Bruto, la contribución justa del país debería ser de 540 millones de dólares (unos 500 millones de euros). El Fondo Verde ha solicitado 15.000 millones de dólares en todo el mundo para hacer frente a la "emergencia global" del cambio climático.

   El estudio ha sido publicado este lunes con motivo del comienzo de la XXII Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático en Marrakech (Marruecos) que hasta el día 18 de noviembre tratará de establecer las pautas para la acción y la implantación del Acuerdo de París contra el cambio climático.

   Según el informe, en 2017, el acuerdo entre España y el Fondo Verde obligará a desembolsar al menos 17 millones de euros. Por ello, reclama que los presupuestos generales del Estado para el próximo año incluya tal transferencia pero también que vaya "más allá" para lograr alcanzar la cifra de 500 millones de euros en 2018. Además, la ONG recuerda que España es el tercer país europeo que más ha aumentado sus emisiones de gases de efecto invernadero entre 1990 y 2014.

   Además, el estudio considera que España falla en tanto en reducción de emisiones como en aportación de fondos para mitigación y adaptación al cambio climático y recuerda que los desastres asociados al cambio climático obligan a 62.000 personas a abandonar sus hogares cada día.

   En este contexto, añade que el Gobierno español debe poner fin a su actual actitud de negligencia en materia de lucha contra el cambio climático y comprometerse durante la COP22 a trabajar con firmeza en las dos vías para combatirlo: disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y realizar una contribución justa, casi 500 millones de euros hasta 2018, según cálculos de Oxfam, para la mitigación y especialmente para la adaptación de los países más pobres, a los impactos del Cambio Climático, a través del Fondo Verde del Clima.

   Así, la ONG pide un cambio "urgente" de España en esta materia y por ello ha anunciado que inicia una campaña de recogida de firmas (enlace) para que el gobierno cumpla sus compromisos.

   El estudio subraya que la mitad más pobre de la población mundial --aproximadamente 3.600 millones de personas-- sólo genera alrededor del 10% del total de las emisiones mundiales de GEI, y sin embargo vive mayoritariamente en los países más vulnerables ante el cambio climático, sufriendo por lo tanto sus efectos de forma desproporcionada. Son también las poblaciones que tienen menos capacidad de afrontar el impacto del CC.

   De acuerdo con los datos del Observatorio de Desplazamiento Interno 2015, desde 2008 hasta 2014, 22,5 millones de personas se han visto desplazadas cada año de sus hogares a consecuencia de desastres naturales relacionados con el cambio climático, lo que equivale a un promedio de 62.000 personas por día.

   Asimismo, calcula que en 2050 habrá 52 millones de niños con malnutrición en África Subsahariana, la mitad como consecuencia del cambio climático. El cambio climático, combinado este año con un fenómeno de 'El Niño' especialmente pronunciado, ha dejado alrededor de 60 millones de personas en riesgo de padecer hambre.

   El director general de Oxfam Intermón, José María Vera, ha advertido de que "muchos países van hacia la debacle por los efectos del cambio climático mientras España y buena parte de los países desarrollados miran hacia otro lado y se lavan las manos".

   Por ello, reclama que se supere esta "visión miope" porque todos están en el mismo barco. "Ahora mismo los efectos del cambio climático se ceben en las poblaciones más pobres, que además son las que menos responsabilidad tienen", ha advertido.

   La ONG muestra que de los casi 37.000 millones de euros al año declarados por los países ricos como fondos de lucha contra el cambio climático, tan solo entre 10 y 19.000 millones están realmente dedicados a combatirlo.

   De esa cantidad, solo entre 3.600 y 7.200 millones se destinaron a ayudar a países pobres a adaptarse a los impactos del cambio climático, una cantidad que queda muy por debajo de lo necesario. España figura a la cola en fondos destinados a adaptación, con sólo el 8% de la financiación aportada dedicada a ese fin en el periodo 2013-2014.

   La ONG ha puesto varios ejemplos de las graves consecuencias del cambio climático, como en Burkina Faso, uno de los países en los que trabaja Oxfam Intermón. Su población depende en un 80% de la agricultura y la ganadería de subsistencia, y ha aumentado su temperatura en 0,6 grados desde 1975, lo que ha provocado un incremento en la frecuencia e intensidad de los desastres naturales y a una alteración del patrón de lluvias que provoca sequías e inundaciones.

   Una agricultora de 26 años de Burkina Faso Fati Marmoussa ha explicado que a consecuencia de la sequía provocada por el cambio climático hubo un momento en que ya no le llegaba para alimentar a sus hijos. Marmoussa participa en los proyectos contra la malnutrición de Oxfam Intermón. La organización señala que las mujeres son uno de los colectivos más vulnerables ante los efectos del cambio climático: en muchas regiones su discriminación tiene efectos en la escasez de alimentos, la propiedad de la tierra o la carga de trabajo.

   Vera apunta que se trata de un círculo vicioso ya que "la exposición a un clima imprevisto y extremo hace a la población pobre cada vez más vulnerable, y por tanto con menos armas para defenderse del próximo embate meteorológico". "Se trata de una población silenciada que carece de peso político", ha lamentado.