MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
En el mundo hay 72 millones de migrantes forzosos, lo que implica que más de uno de cada cien habitantes del planeta se ve obligado a migrar, de acuerdo con el 'Informe Mundial sobre Desastres' de 2012, publicado anualmente por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y recuperado con motivo del 'Día Internacional del Migrante', que se celebra este martes.
El estudio también incide en que un 49 por ciento de estos migrantes forzados son mujeres y niñas, así como en que un 46 por ciento de los niños y niñas afectados son menores de 18 años. Además, asegura que, de acuerdo con algunas estimaciones, veinte millones de estos migrantes viven una situación de desplazamiento prolongado.
Asimismo, el informe de Cruz Roja señala que el número de migrantes forzosos aumenta por "factores cada vez más complejos", como conflictos y violencia, desastres, agitación política e incluso proyectos de desarrollo a gran escala.
Ante esta situación, el documento plantea diversas medidas que, a juicio de sus redactores, los gobiernos podrían adoptar para "minimizar el sufrimiento de los migrantes forzosos en el mundo", como "una mayor flexibilización de las modalidades de ciudadanía" que garantice que los migrantes disponen del "apoyo necesario" para encontrar un trabajo e integrarse en sus nuevas comunidades; "un enfoque menos riguroso de la movilidad transfronteriza; o "una mayor protección contra la delincuencia y la violencia".
Durante los últimos 20 años, el 'Informe Mundial sobre Desastres' ha tratado temas como ética y ayuda, crisis desatendidas, salud pública, VIH y SIDA y riesgo urbano, entre otros. Cada nueva edición, también presenta un resumen de los datos sobre los desastres ocurridos en el año anterior. Así, el estudio de 2012 apunta a que en 2011 "hubo menos desastres, pero fueron más costosos".
APOYO A LAS PERSONAS INMIGRANTES EN ESPAÑA
Por otro lado, Cruz Roja Española ha recordado que trabaja para apoyar a las personas inmigrantes que llegan a España durante todo el ciclo migratorio. Así, ha recalcado que atiende a las personas desde su llegada, especialmente a aquellas que llegan a las costas españolas por su extrema vulnerabilidad, y que luego las acoge en centros especializados.
Según ha afirmado, en estos centros se inicia un "itinerario de integración" en la sociedad, consistente en conocimiento del idioma y del entorno, asesoría legal, orientación y asesoramiento, apoyo psicológico, capacitación ocupacional, búsqueda de empleo y fomento del intercambio multicultural con la comunidad de acogida.
En este esquema, la organización considera "fundamental" dar un "enfoque bidireccional" a su trabajo, por lo que presta atención tanto a la población inmigrante como a la de acogida. Por ello, elimina barreras y facilita "el conocimiento mutuo y el enriquecimiento" que, a su juicio, supone para la sociedad "el acercamiento de culturas y la puesta en común de experiencias".
Como ejemplo de integración, Cruz Roja ha destacado que, en los últimos años, ha crecido "considerablemente" el porcentaje de voluntarios de origen inmigrante que participan en sus programas y que algunos de ellos son en este momento presidentes de las asambleas locales de la organización.
