MADRID, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Comité Español de la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los refugiados de Palestina) ha alertado de la posible demolición de la escuela de la comunidad beduina 'Khan al Ahmar' localizada en Cisjordania, a la que asisten niños refugiados de Palestina, por las autoridades israelíes.
Según UNRWA, la práctica israelí de demoliciones, que ha aumentado "de manera vertiginosa" en la primera mitad de 2011, continúa devastando a familias palestinas y comunidades localizadas en la Zona C (el 60 por ciento de Cisjordania que está bajo control de Israel). Por ello, ha pedido a Israel que "pare las demoliciones de escuelas, casas e infraestructuras en Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este".
En el caso de 'Khan al Ahmar', a pesar de que el Tribunal Supremo israelí rechazó la solicitud de cerrar la escuela, la petición de los colonos ha puesto en marcha el plazo para que sea efectivamente demolida. "Tal destrucción negaría a los niños y niñas de la comunidad su derecho a la educación y perjudicaría seriamente su futuro", ha asegurado Unrwa.
La demolición de esta escuela puede suponer la destrucción de la comunidad beduina en sí misma, una de las 20 que viven en la zona y que se han convertido en las víctimas de la "imparable" expansión de los asentamientos. Asimismo, UNRWA ha señalado que, desde 1991, las políticas israelíes han aumentado la presión a las comunidades beduinas para que abandonen sus casas.
EL CONTEXTO GENERAL
La ONG ha explicado que la mayoría de las órdenes de demolición son expedidas porque la casa o la estructura ha sido construida sin autorización israelí. Sin embargo, el sistema de planificación urbanística israelí, calificado como discriminatorio por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, hace "casi imposible" que los palestinos consigan un permiso para construir de manera legal.
Según las estimaciones de Naciones Unidas, hay más de 3.000 órdenes de demolición pendientes de ejecución en comunidades ubicadas en Zona C, incluyendo dieciocho escuelas. Construir sin permiso equivale a que la estructura sea considerada como ilegal por las autoridades israelíes. Tal y como indica la política urbanística de Israel, los palestinos pueden construir en tan solo el 13 por ciento de Jerusalén Este y en el 1 por ciento de la Zona C. En ambos casos estas áreas están ya altamente urbanizadas.
En última instancia, el número de permisos otorgados a los palestinos cada año es muy inferior a lo necesitado. En los últimos años, han sido denegados más del 94 por ciento del total de solicitudes palestinas de permisos de construcción. Muchos terminan construyendo para cubrir sus necesidades más urgentes esperando poder evitar la demolición.
Por último, UNRWA ha resaltado que el número de personas afectadas por las demoliciones continúa creciendo. Naciones Unidas estima que entre el 28 por ciento y el 46 por ciento de las viviendas palestinas pueden estar en riesgo de demolición, lo que provoca una "eminente ansiedad entre la población".