MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
La directora de Relaciones Internacionales de la ONCE y miembro del Comité de la Infancia de la Unión Mundial de Ciegos, Ana Peláez, denunció hoy que hasta hace a penas tres años "UNICEF no ha tenido una política concreta y exacta relativa a qué hacer con los niños con discapacidad", un colectivo especialmente castigado en el Sur, donde las discapacidades se asocian a "castigos divinos".
En declaraciones a Europa Press, Peláez explicó que "el diez por ciento de la población infantil es una infancia con discapacidades diversas y, de esa población, aproximadamente entre el 85 y el 87 por ciento se encuentra en países en desarrollo". En el Sur, "solamente un cinco por ciento de estos niños tendrá algún tipo de atención específica en su vida, y esta probablemente será educativa".
Por eso, con motivo de la conmemoración mañana del Día Mundial de la Infancia, la responsable de la ONCE pidió a la Agencia de la ONU para los niños que "mejore esta atención con el diseño de programas más efectivos y más concretos" hacia la población infantil con discapacidad, porque se trata de niños que, de otra manera, serán "invisibles".
"El acceso a una escuela no significa ni muchísimo menos que esos niños y niñas vayan a recibir la atención que necesitan, porque en muchos casos, esos menores viven en instituciones residenciales donde ni serán rehabilitados ni tendrán un tratamiento, o experimentan abandono familiar, lo que sufre un altísimo porcentaje de niños con discapacidad" porque allí "se interpreta" en clave de "mal augurio", aseguró Peláez.
En la Convención de los Derechos del Niño, que mañana cumple 18 años, se reconoce el derecho de los niños y niñas con discapacidad en el artículo 23. Sin embargo, la ONCE reivindica una perspectiva "transversal" de la discapacidad porque "no se trata de reconocer derechos nuevos" a este colectivo de la población mundial, sino de "reconocer los que ya tienen como cualquier ser humano", apostilló Peláez.
