MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
La prolongada sequía en Kenia afecta ya a diez millones de personas que dependen de la ayuda alimentaria, ya que los altos precios de los alimentos provocan el hambre, tanto en el campo como en las ciudades, según alerta hoy la ONG Ayuda en Acción.
La escasez de lluvia ha provocado que los ríos se hayan secado y las presas estén cerradas, por lo que son frecuentes los cortes de energía que hacen que la industria se vea obligada a usar generadores que funcionan con combustibles contaminantes, señala el grupo en un comunicado.
ActionAid, organización a través de la que Ayuda en Acción trabaja en el país africano, ya ha sido testigo de dos muertes por hambre. Esta situación se está agravando por los conflictos ya han empezado a manifestarse a través de disputas entre clanes por la distribución del agua.
ActionAid ha respondido a la situación con el envío camiones cargados con agua a las comunidades afectadas por la sequía en Sericho, en el noreste de Kenia, con la reparación de pozos y la distribución de alimentos de emergencia, gracias a lo cual aproximadamente 20.000 personas han recibido raciones de aceite y maíz.
Mientras, en Tangulbei, situada en el Valle del Rift, la ONG ha reformado 12 bombas de agua que sirven ahora a 20.000 personas con el agua extraída de profundos pozos, y en Takaba, en el extremo noreste del país, la presa construida en 2006 por ActionAid está ayudando a los pastores locales a sobrevivir pero las reservas están al límite y los rebaños en torno a Takaba están muriendo de hambre porque la falta de lluvia ha dejado yermo el terreno.
Según la organización, muchos niños están abandonando la escuela porque tienen que ayudar a sus familias a sobrevivir, razón por la que ActionAid está implantando programas de alimentación escolar en un esfuerzo por garantizar que la educación de los niños no se interrumpa.
Ante esta situación, el gobierno keniano ha declarado el estado de emergencia, ha elaborado planes para alimentar a diez millones de personas y ha prometido una inversión en pozos de agua y de riego. Sin embargo, muchos kenianos creen que la respuesta a la crisis ha sido insuficiente, llega tarde y se ve obstaculizada por la corrupción.
Yusuf Artan, coordinador de ayuda humanitaria de ActionAid Kenia, asegura que "en un momento de crisis nacional es necesaria una distribución de la ayuda coordinada para evitar la duplicación de esfuerzos". "El Gobierno debe trabajar con el Programa Mundial de Alimentos y con las organizaciones no gubernamentales que ya cuentan con un sistema eficiente y responsable de la distribución de ayuda alimentaria", señala.