Actualizado 13/07/2012 15:45

Dos tercios de la población de Tombuctú (Mali) han abandonado la región a causa de la violencia, según MSF


MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

Dos tercios de la población de la ciudad de Tombuctú han escapado de la región e incluso del país a causa de la ofensiva lanzada por los independentistas tuaregs y las milicias islamistas en el norte de Malí, según ha informado este viernes la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF).

A principios de abril, recuerda MSF, Tombuctú fue tomada por los rebeldes tuareg y por grupos armados islamistas. Desde entonces, la ciudad se ha convertido en el escenario habitual de continuos actos de pillaje y ha sido abandonada por gran parte de su población.

"Se calcula que dos terceras partes de sus aproximadamente 40.000 habitantes huyeron a otras localidades de Malí o a países vecinos como Mauritania o Argelia", advirtió la organización en un comunicado. "En las aldeas de los alrededores, las casas y los centros de salud también han sido objeto de saqueos", añadió.

"Desde entonces, una tensión latente reina en toda la región, provocada por los enfrentamientos esporádicos entre los diferentes grupos armados y últimamente también por la destrucción de lugares sagrados", lamentó MSF.

"Aportar asistencia a esta zona desestabilizada es toda una odisea, pero es también una necesidad", explicó el responsable de emergencias de MSF, Mego Terzian. "La inestabilidad complica nuestra asistencia a la población de Tombuctú, y el resto de Malí sigue siendo inaccesible a los occidentales", agregó.

"Pero mantenemos nuestra presencia en el hospital de la ciudad y en las aldeas de los alrededores, pues la situación sigue siendo volátil y puede deteriorarse en cualquier momento", advirtió Terzian.

Según Médicos sin Fronteras, al mismo tiempo que los habitantes de la ciudad, también ha huido parte del personal sanitario de los centros de salud y el que ha quedado no está recibiendo su salario con regularidad. La falta de carburante pone en peligro el suministro de agua y de electricidad y, por tanto, el abastecimiento del hospital. Además, tampoco hay medicamentos.

PRESENCIA DE MSF

MSF es una de las pocas organizaciones humanitarias presentes en la región de Tombuctú. Un equipo compuesto por cinco trabajadores internacionales y varias decenas de locales sigue asegurando la atención médica en los servicios de pediatría y ginecología en el hospital de la ciudad y, desde mediados de mayo, también en el servicio de cirugía.

En dos meses de actividad, más de 300 pacientes han sido admitidos en el hospital y los equipos médicos de MSF han realizado más de 1.500 consultas. Aparte, a pesar de los controles que, desde hace unos días, afectan a los movimientos de vehículos dentro de la ciudad de Tombuctú y también de todo aquel que quiera salir de ella, los equipos de MSF siguen dispensando asistencia en puestos de salud de la periferia de la ciudad, "limitando en lo posible las referencias de pacientes al hospital de Tombuctú".

A lo largo de estos dos últimos meses, según la organización, se han llevado a cabo 6.300 consultas en estos puestos de salud. Las principales patologías observadas son infecciones respiratorias, diarreas y enfermedades cutáneas, todas ellas afecciones ligadas a la falta de agua y de higiene.

Los equipos de la organización también vigilan de cerca la situación alimentaría, pues han observado bolsas de desnutrición en esta zona, donde este problema es recurrente: en Tombuctú la falta de alimentos se convierte cada año en una situación crítica cuando llega la época de escasez antes de la recolección de las nuevas cosechas. Cerca de 800 niños desnutridos ya han sido tratados por MSF.

Por sus repercusiones sobre la actividad económica de la región, la inseguridad amenaza con agravar todavía más la crisis nutricional en toda el área de Tombuctú.