SEVILLA 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
La organización conservacionista Ecologistas en Acción urgió hoy a poner en marcha medidas para adaptar los humedales al cambio climático, fenómeno que constituye la "principal amenaza" a día de hoy y en el futuro para la conservación de estos ecosistemas.
Según indicó la organización a Europa Press con motivo de la celebración del Día Mundial de los Humedales en los últimos 40 años los humedales españoles han sufrido una "rápida regresión", con la desaparición de más del 60 por ciento de los mismos, debido especialmente a su desecación con fines agrario, desarrollos urbanísticos e infraestructuras de transporte, así como a las excesivas extracciones de agua y la contaminación.
Sin embargo, y a pesar de que estas causas "siguen presentes" en estos ecosistemas, Ecologistas en Acción advirtió de que el cambio climático, debido a las emisiones de gases de efecto invernadero, "se está convirtiendo en uno de los principales responsables de su desaparición".
Concretamente, en España la subida de temperaturas que se está produciendo, de medio grado por cada diez años en el periodo 1973-2005, ha provocado una media de reducción de las aportaciones anuales a los cauces del 15 por ciento entre 1995 y 2005 en relación con la
Asimismo, destacaron que los humedales cumplen un importante papel en la lucha contra el cambio climático, ya que son importantes depósitos de carbono, pudiendo almacenar hasta el 40 por ciento del carbono terrestre del mundo, además de ser nuestros mejores aliados para evitar los desastres naturales.
Por otro lado, se refirieron al caso concreto de los humedales de la provincia de Cádiz, donde se han perdido en los últimos años más de la mitad de las 40 lagunas que había en la provincia. También, según lamentaron, muchas de las marismas de la provincia "fueron desecadas para la agricultura y debido a su alta salinidad se han abandonado".
Estos lugares se encuentran por "toda la provincia", según los conservacionistas, algunos en "estado lamentable" como las Lagunas de Bonanza en Sanlúcar, otros mejor conservados como la Laguna de Pozo Lozano en El Puerto de Santa María --pero amenazado por proyectos de campos de golf-- o la Laguna del Gallo, "degradada desde hace años por los cultivos sobre su cuenca".
Más emblemático es el caso de la Laguna de los Tollos en Jerez de la Frontera, señalaron, que tras su "degradación" por una explotación minera, "lleva años esperando a que la Consejería de Medio Ambiente disponga las partidas presupuestarias para ejecutar el proyecto de restauración".
Además, algunos de estos enclaves, tal y como indicaron, se encuentran "acosados" por proyectos industriales como es el caso del polígono industrial de Las Aletas, donde "en lugar de restaurar estas marismas se planteaba su destrucción absoluta alegando paradójicamente motivos ambientales".
Asimismo, reivindicaron que los ayuntamientos a través de sus PGOUS incluyan todos aquellos humedales no protegidos como suelo no urbanizable de especial protección húmeda, junto con un perímetro de protección de suelo forestal para garantizar la salvaguarda del vaso lagunar.