Actualizado 22/04/2009 18:46

El Gobierno filipino ordena el traslado de 2.000 efectivos para un posible rescate del cooperante italiano de Cruz Roja

MANILA, 22 Abr. (Reuters/EP) -

El Gobierno de Filipinas ordenó hoy que 2.000 efectivos de la Policía y del Ejército se trasladaran hasta el bastión que mantienen los rebeldes de Abú Sayyaf, con el objetivo de liberar al cooperante italiano del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) Eugenio Vagni, que lleva secuestrado más de tres meses, según declaró un gobernador provincial, Abdusakur Tan.

El Gobierno está preocupado por la salud de Vagni, de 62 años, quien tiene dificultades para caminar debido a una hernia, según Tan, gobernador de la provincia de Sulu y director del equipo que dirige la crisis local para supervisar los esfuerzos de rescate.

"Cuando veamos la oportunidad, por supuesto que queremos sacarlo", declaró a los periodistas, añadiendo que cerca de 2.000 soldados y efectivos de la Policía habían sido movilizados hasta una distancia prudencial de la guarida del grupo rebelde musulmán Abú Sayyaf.

"Dada la oportunidad, lo haremos", manifestó Tan. "Tenemos que considerar las condiciones de salud de Vagni", añadió. Vagni, junto con el suizo Andreas Notter y la filipina Mary Jean Lacaba, todos miembros del CICR, fueron secuestrados el pasado 15 de enero después de visitar las instalaciones de la prisión provincial de Jolo, un baluarte rebelde.

Lacaba fue liberada por los rebeldes a principios de este mes, y los diarios señalan que se pagó un rescate por su liberación. El pasado sábado, Notter fue recuperado, pero aún no están claras las circunstancias que han rodeado su liberación. El propio Notter ha indicado que no está seguro de cómo ha caminado hacia la libertad, alimentando así los rumores de que también se ha pagado una suma de dinero.

Los responsables civiles y militares han negado estas informaciones, e insisten en que Notter fue rescatado por la Policía debido a la presión ejercida por las fuerzas de seguridad sobre los secuestradores. Abú Sayyaf, un grupo miliciano de pequeño tamaño pero que emplea tácticas violentas, había pedido en un primer momento que las tropas relajaran el cordón que rodeaba su guarida antes de comenzar las conversaciones para liberarlos.

Cuando fue preguntado sobre si el Gobierno está poniendo en peligro la vida de Vagni con un rescate militar, Tan señaló que "éste es el riesgo que tenemos que tomar, pero hemos sopesado nuestras opciones". Tan también indicó que un grupo de clérigos musulmanes ha sido enviado al campamento rebelde para pedir la liberación de Vagni, aunque no hay indicios de progreso.