MADRID 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
Greenpeace considera que la votación de hoy en el Consejo de Ministros de Medio Ambiente, en la que han rechazado mayoritariamente la propuesta de la Comisión Europea de pedir al Consejo que forzase a determinados estados miembros a cultivar transgénicos de la Unión Europea (UE), representa una "gran victoria para el Medio Ambiente, los agricultores y los consumidores de toda la UE".
Así, la organización ecologista pone en valor el que los ministros de 20 países de la UE jamás han votado en contra de la Comisión y destaca el caso de España que "ha dado un giro a la actual política a favor de los transgénicos".
En este sentido, indican que "es importante recordar que España sigue siendo el único país de la UE que cultiva transgénicos a gran escala". "El Gobierno de España toleró la presencia de 80.000 hectáreas de maíz 'MON 810' en nuestros campos, el mismo cuya prohibición ha apoyado hoy", añaden.
Con esta votación, según explican, Hungría puede mantener su prohibición al cultivo del maíz de Monsanto 'MON 810'. Asimismo, Austria puede seguir prohibiendo el cultivo de este mismo maíz y de otro de Bayer, el 'T25'.
"Por cuarta vez los países de la UE tiran por tierra una propuesta de la Comisión de dinamitar las moratorias nacionales, claro ejemplo de la soberanía de los estados", afirmó el responsable de la campaña de transgénicos de Greenpeace, Juan-Felipe Carrasco.
Según indican los ecologistas, recientemente, las autoridades científicas de Austria y de Hungría aportaron "nuevas evidencias de los impactos de los transgénicos para apoyar y legitimar sus moratorias". Ponen como ejemplo el maíz 'MON 810', el único transgénico autorizado actualmente en la UE y cultivado en España, que "tiene un elevado potencial de daños al Medio Ambiente".
Además, Greenpeace considera que "la protección del Medio Ambiente y de la salud pública deben ser siempre prioritarias con respecto a los intereses financieros e industriales de un grupo de multinacionales".
"Es fundamental para el futuro de los ciudadanos y del medio ambiente que esta decisión española en la UE sea ahora coherentemente trasladada a la política nacional de transgénicos, se prohíba el cultivo en España y podamos sentir que nuestro Gobierno abandona la senda de las transnacionales biotecnológicas y apuesta definitivamente por sostenibilidad y la seguridad alimentaria" ha concluido Carrasco.