Actualizado 29/10/2008 16:25

Greenpeace denuncia los "peligros" para el medio ambiente y la salud de la planta de cloro de Torrelavega (Santander)

En un estudio que analiza la contaminación de este sector industrial, y que es el primero de estas características realizado en España


SANTANDER, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -

Greenpeace ha presentado hoy el informe 'La industria del cloro: contaminación silenciosa', en el que se señala que Solvay y las industrias usuarias de cloro, "operan poniendo en riesgo la salud de los cántabros y el medio ambiente de la región", ha declarado Sara del Río, responsable de la campaña de contaminación de la organización.

El informe pone en evidencia la "grave contaminación, aparentemente invisible", que genera este sector industrial cuya toxicidad permanece a lo largo de los años, "deteriorando lentamente la salud de los ciudadanos y el medio ambiente".

Asimismo, este estudio advierte de que el cloro en sí es también un producto "altamente contaminante" y cuyo uso, "a día de hoy, no está justificado ya que existen elementos y técnicas para sustituirlo sin perjudicar a la población y al medio natural".

En lo que supone el primer estudio de estas características realizado en España, la organización ecologista ha realizado muestreos de agua y sedimentos en los alrededores de las nueve plantas productoras de cloro que operan en España.

En concreto, las muestras se recogieron en Lourizán (Pontevedra), Hernani (Bizkaia), Torrelavega (Cantabria), Monzón y Sabiñánigo (Huesca), Palos de la Frontera (Huelva), Flix y Vila-seca (Tarragona) y Martorell Barcelona).

Según Greenpeace, ocho de ellas utilizan una tecnología obsoleta, denominada "de celdas de mercurio", una técnica muy contaminante que libera al medio ambiente grandes cantidades de elementos tóxicos, por lo que ha sido abandonada por la mayoría de países, hasta el punto que las fábricas españolas representan el 20% de las que utilizan esta técnica en Europa.

Tras analizar los datos obtenidos, Greenpeace considera que la única solución eficaz para atajar este grave problema es endurecer los controles por parte de las administraciones y propiciar la sustitución paulatina de las sustancias, materiales y tecnologías más contaminantes, "para lo que la promesa del Gobierno de crear una Agencia de Sostenibilidad Química, no debe hacerse esperar más", conluye.