Greenpeace exige el fin de las subvenciones a la electricidad producida por incineradoras de residuos

Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 25 noviembre 2009 20:06

SAN SEBASTIAN, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

La ONG Greenpeace exigió hoy el fin de las subvenciones a la electricidad producida por incineradoras de residuos, al tiempo que destacó que la quema de basuras, "por la que Euskadi quiere apostar decididamente", es "un lastre para la gestión sostenible de residuos y una barrera en la lucha contra el cambio climático".

Greenpeace presentó hoy en San Sebastián su 'Informe Incineración de residuos: malos humos para el clima' en el que se recoge que las diez incineradoras que existen en España generan electricidad a partir de los residuos que queman, por lo que se acogen al régimen especial de producción de electricidad que les proporciona primas del Estado, al igual que si fueran fuentes renovables de energía.

Además, pone de manifiesto cómo las incineradoras de residuos sólidos urbanos (RSU) constituyen una importante fuente de contaminación química y son responsables de casi el 3 por ciento de las emisiones estatales.

La responsable de la campaña de Contaminación de Greenpeace, Sara del Río, consideró "perverso" que se prime la generación de residuos y la emisión de CO2 "bajo un envoltorio verde". "Las incineradoras de RSU emplean ingentes cantidades de combustibles auxiliares como gasóleo o gas natural para que arda la basura, lo que provoca que emitan importantes cantidades de CO2 y quemen recursos naturales", añadió.

La activista recordó que las 10 incineradoras en activo en España "queman unos dos millones de toneladas de residuos al año y emiten en ese mismo periodo casi 1,7 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera", sin embargo "el reciclado de residuos se encuentra en torno al 13 por ciento, muy alejado de otros países de la Unión Europea y del objetivo europeo del 50 por ciento que establece la nueva directiva para 2020".

A su juicio, esto demuestra "la discreta evolución ambiental que ha sufrido el sector en España". "El sector del tratamiento y gestión de residuos es el que ha experimentado el mayor aumento de emisiones de gases de efecto invernadero en el periodo 1990-2007 hasta alcanzar un 83 por ciento frente al 62 por ciento del sector de procesado de la energía tradicional", destacó.

Del Río también indicó que, según este estudio, el primero de estas características realizado en España, las plantas incineradoras "no pueden considerarse como recuperadoras de energía debido a su ineficiente funcionamiento", mientras que señaló que, respecto al empleo, los puestos de trabajo generados por este sector, en comparación con los del sector de la reducción, reutilización y reciclaje, "son sustancialmente inferiores".

Por otro lado, recordó que el próximo sábado 28 es el Día Internacional contra la Incineración, "un buen momento para que nuestros gobernantes reflexionen sobre este grave problema, y lamentó que Euskadi "siga apostando por este modelo, con la posible ampliación de la planta de Zabalgarbi y un nuevo proyecto en Donosti sobre la mesa".

Por último, insistió en que la incineración supone "un tapón para el desarrollo de modelos sostenibles de tratamiento de residuos y constituye un negocio redondo para las empresas", por lo que "la única solución eficaz para atajar el grave problema de los residuos es apostar por políticas de prevención, reducción y reciclaje" que contribuirían, además, "a la reducción de las emisiones de CO2".

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