MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
La organización Greenpeace señaló hoy que "no hay tiempo que perder" y exigió a los gobiernos que asuman su responsabilidad y actúen para proteger los ecosistemas marinos y salven "los últimos refugios de vida salvaje del planeta", al tiempo que celebra la petición de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que hoy pidió a los estados con intereses pesqueros que se sumen al compromiso para proteger los ecosistemas marinos de profundidad en aguas internacionales.
La ONG recuerda que las pesquerías están sobrexplotadas y pide a consumidores y supermercados que no compren especies consideradas en peligro. "La única manera que tenemos de poder asegurar un cambio real en el mar es que la comunidad internacional se mantenga firme contra aquellos países que no están cumpliendo con los mandatos de Naciones Unidas sobre pesca de profundidad. Estas prácticas deben ser consideradas pesca ilegal, no declarada y no regulada y se les debe poner fin", expresó la responsable de la campaña de océanos de Greenpeace, Paloma Colmenarejo.
Así, subraya que la resolución firmada hoy en la ONU establece "claramente" que la pesca de arrastre de profundidad sólo puede realizarse en zonas donde se haya realizado una evaluación si ésta concluye que no existen impactos adversos sobre los ecosistemas vulnerables de profundidad.
Además, se podrá practicar allí donde las medidas adoptadas aseguren que no habrá tales impactos y aclara que la sostenibilidad de los stocks de especies de profundidad, de crecimiento y reproducción lenta, debe ser protegida.
En ese sentido, Greenpeace considera "positivo" que la ONU mantenga su reconocimiento a la necesidad de protección de estos ecosistemas. Sin embargo, insiste en que hay que pasar a la acción y empezar a traducir las palabras y buenas intenciones en acciones rápidas y efectivas para detener la destrucción derrochadora e irreversible de la vida en aguas internacionales.
Las profundidades marinas, consideradas en el pasado como zonas marinas estériles y desprovistas de vida, son en realidad refugio de miles de criaturas y muy ricas en biodiversidad. Muchas de ellas están aún sin explorar, y la flota industrial de unos pocos países, como España, está acabando con la vida marina a varios kilómetros por debajo de la superficie, según denuncia la organización.
También recuerda a los supermercados su responsabilidad "en esta destrucción" y demanda a los grandes distribuidores en España que retiren de sus estanterías especies pesqueras de profundidad como el fletán negro, gallinetas, merluza negra, pez sableado, rape y tiburones de profundidad.
"Prácticamente, estamos empezando a entender el papel que juegan las profundidades marinas en la regulación de la salud de nuestros océanos y del clima y, sin embargo, estamos siendo testigos de su rápida destrucción", añadió Colmenarejo.