HRW acusa a la MONUSCO de no impedir la matanza en Kivu Sur

Miembros del M23 en República Democrática del Congo
Foto: JAMES AKENA / REUTERS
Europa Press Sociedad
Actualizado: jueves, 3 julio 2014 15:08

MADRID, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Human Rights Watch (HRW) ha condenado la pasividad del Ejército congoleño y de los 'cascos azules' de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO) por no haber impedido la matanza de 30 civiles en la localidad de Mutarule, en el este de República Democrática del Congo, el 6 de junio pasado.

   Las investigaciones de HRW han concluido que un alto mando de las fuerzas de seguridad congoleñas no hizo nada por evitar los asesinatos. Los militares de la misión de la ONU, con base a 9 kilómetros, no se acercaron al lugar hasta dos días después. Tanto la MONUSCO como el Ejército congoleño recibieron "llamadas desesperadas" para avisarles de los ataques.

   La directora de HRW para Áfica, Anneke van Woudenberg, ha pedido  explicaciones tanto al Ejército como a la MONUSCO para que "determinen qué falló". De momento, las autoridades militares congoleñas han arrestado a tres personas, pero ninguna ha sido acusada. Los responsables de la matanza no han sido arrestados.

   El comandante de la MONUSCO en la cercana base de Sange, el comandante Shaban, ha reconocido que los 'cascos azules' recibieron llamadas de auxilio en la noche del 6 de junio y que él mismo alertó al comandante congoleño Venance Kayumba Nyenyeri, que le aseguró que "pondría orden". Shaban ha justificado que confiaba en que si se abría fuego, "el Ejército congoleño lo controlaría".

   Según la investigación de HRW, Nyenyeri recibió varias llamadas durante toda la tarde para alertar por los enfrentamientos. La primera de ellas fue del capitán Enabombi Changa Dejerune para informarle de que había enviado soldados a Mutarule. Por su parte, Nyenyeri le ordenó retirar las tropas y dejar que los miembros de la etnia barundi y los mai mai, de la etnia bafurilo, se enfrentaran.

   Enamombi volvió a llamar a Nyenyeri cuando escuchó disparos en Mutarule. La única respuesta de Nyenyeri fue que llamaría a los barundi para "pedirles que pararan". Poco después de la llamada los atacantes actuaron contra las tropas de Enamombi que, según un soldado, aunque intentaron defenderse, tuvieron que parar porque no tenían más munición. Enamombi pidió ayuda a su superior pero este no se la proporcionó y muchas veces ni le cogió el teléfono.

   "Las acusaciones de que los soldados cercanos a la escena de la masacre recibieron órdenes directas para no intervenir plantea serias dudas sobre la respuesta militar a los ataques", ha dicho Van Woudenberg. También ha criticado la "falsa sensación de seguridad" que da la presencia de la MONUSCO "si ni siquiera responden". El comandante Shaban fue destituido poco después de los ataques.

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