MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
En la semana del Día Universal del Niño, la ONG Jóvenes y Desarrollo (JyD) reflexiona sobre el grado de cumplimiento de los principios enunciados en la Declaración de los Derechos del Niño y apuesta por la educación para evitar la exclusión social de la infancia, ya que, según datos de las Naciones Unidas, todavía hay 115 millones de menores sin escolarizar.
Uno de sus proyectos junto con los Salesianos ofrece una casa de acogida donde dormir y comer a los menores que huyen de sus casas y malviven en las ciudades de Benin, pequeño país africano. La ONG acaba de publicar 'Benin. Los niños de la calle', un libro en el que los textos de Mikel Razkin y las fotografías de Iñaki Vergara "transmiten con claridad la grave situación de exclusión que sufre el sector más indefenso de la sociedad", según explican en un comunicado.
Además, los niños tienen la oportunidad de volver a la escuela o formarse en un oficio. En definitiva, "una oportunidad para reintegrarse en la sociedad y si es posible, también de nuevo en la familia".
La extrema pobreza, la desestructuración familiar o los malos tratos "son algunos de los motivos que conducen a los menores a vivir en las calles", según indican Jóvenes y Desarrollo. "Allí malviven de la caridad o realizando pequeñas tareas en los mercados como tirar la basura o transportar mercancías", lugares donde los orientadores buscan a los chavales y les invitan a conocer el centro 'Foyer Don Bosco'.
"El niño, al no poder vengar su dolor, vierte su agresividad contra todos, incluso sus amigos", explica Razkin, autor del libro. Por eso, el objetivo del hogar de acogida es "fomentar el sentimiento positivo de aceptación que ayude a mejorar su autoestima". A través de herramientas lúdicas como el juego o los deportes introducen en los menores normas de convivencia y hábitos que de otra forma rechazarían.
Jóvenes y Desarrollo indican que "el éxito del proyecto, que ya ha escolarizado a más de 200 niños, ha permitido el inicio de su expansión en otras ciudades del país como Parakou y Kandi". Con este proyecto, JyD y los salesianos ofrecen a estos "pequeños supervivientes de grandes batallas personales y sociales", la oportunidad de reconducir su vida.