MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
La firma de la Convención de los Derechos del Niño, en 1989, coincide con el momento en el que el físico Tim Berners Lee desarrolló el sistema 'World Wide Web' abriendo Internet a nuevos entornos virtuales que veinte años después, según aseguró el presidente de la Asociación Protégeles, Guillermo Cánovas, "ofrecen muchas situaciones que no están reflejadas de ninguna manera" y, por lo tanto, "no protegen adecuadamente al menor y vulneran algunos de sus derechos".
De esta forma, el crecimiento de Internet obliga, según explicó Cánovas a Europa Press, a "actualizar e incluir nuevos supuestos, como el caso de la apología de la pedofilia, anorexia o la bulimia, sobretodo cuando hay tantos precedentes".
Según el estudio 'La Sociedad en Red 2008', del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información, 24,3 millones de españoles usan Internet, un 60,5 por ciento de la población, lo que supone un 10 por ciento más que la media europea de internautas.
En relación con el acceso a Internet, secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Francisco Ros, advirtió durante la presentación del Estudio el pasado mes de septiembre que "la juventud española se conecta a Internet en porcentajes muy superiores a las medias europeas", siendo España, además, "el primer país en Europa y el segundo del mundo, tras Brasil, en porcentaje de internautas que participan en las redes sociales".
En este sentido, Ros señaló la importancia de enseñar a los jóvenes en los centros educativos "cómo moverse por Internet" y comparó la red con una ciudad que tiene "barrios buenos y otros más desaconsejables". Protégeles, por su parte, considera que la enseñanza de los derechos de los niños en las nuevas tecnologías "no se está llevando a cabo", ya que "ni siquiera los profesores están recibiendo esa formación cuando están en la universidad".
PRINCIPALES LAGUNAS EN LOS DERECHOS DE LA INFANCIA EN INTERNET
El presidente de Protégeles explicó que hay varias circunstancias que no están recogidas como delito, por lo que "no se protege jurídicamente al menor de forma exitosa". Por un lado, la apología de la pedofilia que, al contrario de lo que ocurre con la apología del racismo, "no está recogido por la ley" y, por lo tanto, "es más difícil poder perseguirles". Cánovas insistió en que "puedes decir en Internet que la pedofilia es una opción sexual más y que además es deseable, como hacen los pedófilos en sus foros", sin que ésto sea un delito.
Por otro lado, indicó que pasa algo similar con la apología de la anorexia y la bulimia, que se acaba de tipificar en Francia. Cánovas lamentó que "todas esas páginas son visitadas en 3 de cada 4 casos por niñas de entre 14 y 16 años", y añadió que "son foros donde se anima a desarrollar la enfermedad dando consejos y recomendaciones".
Por último, hizo referencia al titulo octavo del Código Penal en España, donde se prohíbe y tipifica como delito la exhibición de pornografía a los menores. En este sentido, explicó que "la quiosquera no puede vender una revista pornográfica a los niños porque es un delito, sin embargo, en Internet todos los días miles y miles de niños y adolescentes entran en páginas de sexo explícito totalmente abiertas sin ningún tipo de restricción y ni las páginas, ni los usuarios, ni los servidores... nadie se hace responsable".