NUEVA YORK 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha enviado ayuda de emergencia, que incluye mantas y estufas, para su distribución hoy a más de 1.800 personas que huyeron de sus hogares el pasado fin de semana en dos distritos del Kurdistán iraquí debido a los bombardeos de la aviación turca.
"Se ha informado de que algunas familias están dejando sus casas porque temen que sus pueblos puedan ser bombardeados", explicó la portavoz de ACNUR, Astrid van Genderen Stort, durante un encuentro con la prensa en Ginebra.
"Las familias desplazadas, que han dejado todo atrás, se han mudado con sus familiares o amigos. El invierno ha comenzado y las condiciones son muy duras, particularmente para las familias que acogen, que ahora tienen que cuidar de más gente", indicó.
Stort subrayó que las familias desplazadas no pueden permitirse pagar los alquileres mensuales de entre 200 y 300 dólares que les costaría una nueva vivienda. "Están preocupadas por los continuos ataques y temen que no puedan quedarse por mucho más tiempo con sus familias de acogida", añadió.
El pasado fin de semana, 300 familias --más de 1.800 personas-- huyeron de sus hogares en una zona situada a 100 kilómetros de la frontera con Turquía, después de que, según aseguran, diez pueblos han resultado afectados por los bombardeos.