Actualizado 27/03/2007 20:54

Más de 600 voluntarios mayores de 60 años colaboran con la ONG Desarrollo y Asistencia

MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

Más de 600 personas de edad superior a los 60 años colaboran como voluntarios en la ONG Desarrollo y Asistencia, que trabaja en la Comunidad de Madrid prestando apoyo a mayores, discapacitados, enfermos y excluidos y que cuenta con un total de 1.170 colaboradores.

Según explicaron a Europa Press fuentes de la organización, "el voluntario mayor tiene 85 años" y realiza "todo tipo de labores" que van desde el apoyo administrativo, la ayuda en el centro municipal de acogida San Isidro, las visitas domiciliarias y la asistencia en hospitales de la región.

"Se trata de gente que de repente se ve jubilada y siente que tiene que devolver algo de lo recibido a la sociedad", explican en la ONG, donde inciden en que no hay un perfil concreto ya que todo el mundo puede aprovechar su tiempo libre para echar una mano a quienes los necesitan. En este caso, un 75% de los voluntarios son mujeres.

"Cada uno de ellos tiene su razón para colaborar", afirma la ONG, que ha encontrado entre sus filas de voluntarios a personas que han enviudado y se sienten solas, a quienes "no saben estar parados" o que "quieren sentirse útiles", pero "lo importante es que están dispuestos a ayudar, porque al final, todo el mundo se encuentra con esa necesidad social de dar a los demás".

Desarrollo y Asistencia trabaja en coordinación con los Servicios Sociales atendiendo las demandas que estos presentan. Así, ponen en contacto, por ejemplo, a personas mayores que se encuentran solas, con voluntarios dispuestos a pasar una tarde a la semana con ellas.

Este programa consiste en asistir a un domicilio dos horas cada semana para acompañar de paseo, dar conversación o simplemente hacer compañía a la persona que lo necesita. "Se les pide muy poco pero al final es mucho lo que dan", explica la ONG, para quien la labor de los voluntarios mayores es "hacer el papel de buen vecino, que ahora es difícil de encontrar, y con el tiempo, el de amigo".

"Cada uno de ellos tiene su razón para colaborar", afirma la ONG, que ha encontrado entre sus filas de voluntarios a personas que han enviudado y se sienten solas, a quienes "no saben estar parados" o que "quieren sentirse útiles", pero "lo importante es que están dispuestos a ayudar, porque al final, todo el mundo se encuentra con esa necesidad social de dar a los demás".

Otra de las labores que realizan es la asistencia en hospitales, pues, según cuentan en Desarrollo y Asistencia, "hay voluntarios que se van por las tardes a urgencias a acompañar a aquellos pacientes que acuden solos o a hacer de intermediarios entre familias y pacientes".

En total, los 1.170 voluntarios atendieron en 2006 a 12.125 beneficiarios, de los que 1.250 eran personas mayores, 275 no tenían hogar, 600 tenían alguna discapacidad psíquica y 10.000 estaban en hospitalizadas.

Es "una apuesta por el envejecimiento activo" porque los voluntarios mayores, además de apoyar a otros como ellos que están "en peores condiciones de salud", se mantienen "dentro de la vida activa" evitando así caer "en el aislamiento y el posible deterioro que puede generar una actitud pasiva ante la vida".