Al menos 1.229 personas afectadas por el terremoto en L'Aquila siguen viviendo en campamentos, según Save the Children

Europa Press Sociedad
Actualizado: lunes, 6 julio 2009 18:41

ROMA 6 Jul. (EUROPA PRESS) -

La organización Save the Children manifestó hoy que los supervivientes del terremoto que golpeó la ciudad italiana de L'Aquila aún necesitan apoyo continuado, y señaló que tres meses después de que se produjera aún hay 1.229 personas viviendo en 143 campamentos.

De las 70.000 personas que se estima que se vieron afectadas por el terremoto, se calcula que el número de niños y adolescentes afectados es de 12.530, de los cuales 5.988 son niños de entre cero y nueve años y 6.542 adolescentes --entre 10 y 19 años--.

"Ahora que la fase aguda de la emergencia ha pasado, los niños han superado parcialmente sus miedos, pero los que viven en los campamentos o en hoteles todavía tienen que enfrentarse a muchos retos, como las nuevas condiciones de vida, obligados a vivir rodeados de extraños, en condiciones opresivas, y soportando un calor excesivo", según la coordinadora de Respuesta de Emergencia de Save the Children Italia, Francesca Petrecca.

Save the Children ha estado trabajando para proporcionar ayuda a los niños en su recuperación emocional de esta experiencia traumática, afirma en un comunicado. La ONG ha establecido cuatro áreas seguras supervisadas para los niños desplazados por el terremoto, en las que pueden reunirse y jugar, un paso crucial en su recuperación.

Muchos de los que perdieron sus casas se han trasladado a la costa, donde Termana, una organización local con la que trabaja Save the Children Italia, ha ayudado a apoyar el proyecto "Comienza contigo". Este proyecto tiene como fin establecer programas de apoyo emocional para los niños afectados por el terremoto en la región del Abruzzo.

Estas iniciativas permiten a los niños recuperar su sentido de normalidad y trabajar en los miedos provocados por el terremoto para que puedan comenzar su proceso de recuperación, asegura la ONG.

"La gente está intentando retomar gradualmente sus rutinas normales, este lento viaje hacia la normalidad tiene lugar para los niños y sus familias, mientras continúan los temblores", añadió Petrecca. "Sin embargo, lo que estamos viendo es que los niños y sus familias tienen miedo de tener que apañárselas solos ahora que la fase aguda de la emergencia ha terminado", afirmó. "Se han conseguido muchas cosas en los últimos tres meses, pero no debemos contentarnos con ello, debemos mostrarles que estamos aquí durante el período de recuperación para apoyarles a ellos y sus comunidades a largo plazo", afirmó.

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