MADRID, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las ONG Médicos sin Fronteras (MSF) y Acción Contra el Hambre (ACH) han advertido este martes en un comunicado de que la crisis alimentaria que se vive en el Sahel no solo continúa, sino que se está agravando por el encarecimiento de los alimentos, la inestabilidad política y la aparición de enfermedades como la malaria o el cólera.
Cerca de un millón de niños, el mayor número en la historia de la ayuda humanitaria, sufren desnutrición aguda severa, "pero este año factores adicionales han elevado (la cifra) más de lo habitual. Cabe destacar precios de mercado más altos, inestabilidad en el norte de Malí y Nigeria, un brote de sarampión en el este de Chad y casos de cólera en el norte de Níger", ha manifestado el responsable de proyectos de MSF en Níger, Luis Encinas.
Por primera vez, este año los países del Sahel más afectados por la desnutrición crearon junto con las organizaciones de ayuda humanitaria un plan de emergencia para ofrecer tratamiento a cerca de un millón de niños con desnutrición severa y distribuir alimentos para cubrir sus necesidades básicas. Sin embargo, MSF advierte que una respuesta de emergencia no puede ser la única opción.
"La cosecha del pasado año se nos acabó. Ahora tenemos que comprar en la tienda. Dos kilos y medio de mijo nos cuestan más de 1 euro", ha explicado Hadiza Adamou, una mujer de 30 años cuyo hijo desnutrido recibe tratamiento en el hospital de Madaoua, en Níger.
La crisis política que vive el norte de Malí desde principios de año ha agravado más la situación. Miles de personas se han desplazado en estos últimos meses a otras zonas de Malí y a países colindantes como Níger, Mauritania y Burkina Faso. Los refugiados dependen de la ayuda humanitaria para cubrir sus necesidades más esenciales.
En esta región, la población sufre serias dificultades "para acceder a productos básicos y a dinero en efectivo", ha recalcado ACH en el comunicado. La gente tiene que "recurrir al trueque: cereales a cambio de animales". "Ahora un saco de arroz vale tres cabras, antes de la crisis valía uno", ha comentado la directora de los programas de emergencia en el norte de Malí, Julie Calafat.
Asimismo, en Gao, el número de familias con dificultades para obtener alimentos se ha incrementado. "El estado nutricional de los niños está empeorando", ha señalado el doctor Sisse, responsable del programa nutricional de ACH en la provincia de Malí.
A principios de julio, el cólera, uno de los factores que ha agravado la situación alimentaria en el Sahel, afectó a una treintena de personas e incluso cinco perdieron la vida. Para prevenir la aparición de nuevos casos, Acción contra el Hambre ha distribuido más de 2.000 kits de higiene.
Desde el 14 de mayo hasta el 10 de junio más de 2.000 niños acudieron a hospitales y centros de salud. "Más de la mitad padecían desnutrición aguda y el 22% con desnutrición aguda severa, la forma más grave de la desnutrición", según se indica en el comunicado.