Actualizado 04/09/2007 18:26

MSF denuncia que no tiene acceso a la región etíope de Ogadén, donde hay graves violaciones de los DDHH


NAIROBI, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -

Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció hoy que no han podido regresar a la región de Ogaden, en el este de Etiopía y con mayoría de etnia somalí, donde, según la ONG, se está viviendo una crisis humanitaria extremadamente grave con casos en los que los soldados etíopes expulsan a las mujeres y niños de los pozos que hay en los desiertos y bloquean el acceso de los civiles al cuidado médico.

MSF firmó un acuerdo con el Gobierno de Etiopía para trabajar en la región de Ogaden, por lo que ya había llevado a cabo varias evaluaciones sobre la necesidades humanitarias en el área, cuando fue forzada a evacuar a sus equipos por razones de seguridad a finales de julio. Más tarde, la ONG intentó en repetidas ocasiones solicitar el permiso de regreso pero el Gobierno las denegó alegando que es por su propia seguridad y que podrán volver cuando terminen las operaciones militares.

"Hay una crisis humanitaria en la región somalí de Etiopía", afirmó William Robertson, jefe de misión de la sección holandesa de MSF en Etiopía. "Nuestros equipos han tratado a gente que ha sido forzada a huir de sus casas y ahora está luchando para sobrevivir con poca o ninguna asistencia. La gente vive con miedo porque se sienten objetivo y se encuentran en medio de los grupos armados. Hacemos una llamada urgente para que nos den acceso a la región para poder ayudar a los civiles que lo necesitan", explicó.

Una de las colaboradoras, Eileen Skinnider, denunció que había visto cómo los soldados no dejaban acceder a las mujeres y niños a los pozos de Ogaden y que un equipo de MSF tuvo que tratar a algunos civiles por palizas e incluso heridas de bala. "Primero se escondían cuando escuchaban el sonido de vehículos acercándose", describió Skinnider sobre su viaje a una aldea. "Nos dijeron que temían que si les encontraban aún en su aldea, les quemarían", añadió.

Después de la retirada de MSF y de la Cruz Roja Internacional, debido a que el Gobierno etíope les ordenó que se marcharan, no hay ninguna organización de ayuda ni información fiable sobre lo que está ocurriendo en esa región.

MSF denunció además que no se sabe cuanta gente puede estar padeciendo hambrunas o enfermedades en una región conocida por ser extremadamente precaria y sujeta a emergencias nutricionales y hambrunas que causan una mortalidad muy elevada.

Los enfrentamientos entre los soldados etíopes y los rebeldes se han intensificado en la región después de que el Frente de Liberación de Ogaden (FLO) matase a 74 miembros de un equipo chino de búsqueda de petróleo en abril. El FLO declaró que luchaba por los derechos de esta región, donde se encuentran cerca de 4 millones de somalíes y acusó al Gobierno de quemar aldeas, de bloquear el acceso de alimentos y de atacar a civiles.

El Gobierno, por su parte, acusó a los rebeldes de estar respaldados por el mayor enemigo de Etiopía, Eritrea, en su intento de desestabilizar el país. No se ha permitido el acceso a la región a ningún periodista ni trabajador humanitario aunque un equipo de evaluación de la ONU se encuentra actualmente en la zona. Los rebeldes anunciaron un alto el fuego unilateral hasta que el equipo de la ONU termine su trabajo, aunque MSF advirtió que los representantes de la ONU no han visitado ninguna de las zonas más afectadas por las luchas.