PALMA DE MALLORCA 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
La organización internacional de conservación marina, Oceana, ha iniciado hoy un estudio de los fondos marinos de Cabrera, con el fin de analizar la posible ampliación del Parque Nacional en tres zonas, de 12 millas náuticas cuadradas cada una, que se encuentran entre el Arenal, en la Bahía de Palma, y el denominado 'Banco Emil Baudot', al sur de esta isla.
Tras firmar un convenio de colaboración con el conseller de Medio Ambiente en funciones, Jaume Font, el director de Oceana en Europa, Francesc Xavier Pastor, explicó que durante el próximo mes, su organización llevará a cabo el citado estudio mediante el uso de su catamarán de investigación 'Oceana Ranger', dotado de un equipo de científicos, buceadores profesionales con equipos de fotografía submarina y un robot, que permitirá filmar hasta 300 metros de profundidad.
Así, el Govern destinará 100.000 euros, a través de la Agencia Balear del Agua y de la Calidad Ambiental, mientras que Oceana aportará 75.000 euros, con el fin de estudiar el impacto de la pesca de arrastre en las reservas marinas cercanas y en los alrededores del Parque Nacional de Cabrera, así como la biodiversidad de sus fondos, para analizar su futura ampliación.
Pastor apostó por "eliminar" la pesca deportiva en las zonas marinas protegidas, como el Parque Nacional de Cabrera, ya que, según advirtió, las capturas que se obtienen con esta práctica son "tan importantes" como la pesca profesional y, por ello, "se le debe poner límites si queremos la recuperación de los mares y océanos".
Por su parte, el conseller de Medio Ambiente en funciones recordó que, actualmente, el Parque de Cabrera supone la protección del 13.000 hectáreas (10.000 marinas y 3.000 terrestres) y, por otro lado, precisó que su ampliación podría llevar años, debido a que la mayor parte de las aguas no son competencia de la Comunidad Autónoma, sino del Estado y, por tanto, debería de contar con el visto bueno del Ejecutivo central.
El director de la Fundación Oceana en Europa destacó que "globalmente", la situación marina en Baleares es "mejor que cualquier otro lugar del Mediterráneo", aunque reconoció que "no todo es de color de rosa", ya que hay "problemas", como "la regeneración de playas, el impacto de la construcción de nuevos puertos deportivos y la pesca deportiva".
Por este motivo, abogó por la limitación de estas prácticas, con la pretensión de que Baleares se convierta en un "punto de referencia" en el Mediterráneo, al igual que, según indicó, lo es Nueva Zelanda en el Océano Pacífico.