MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
Al menos 382.541 personas permanecen aún en zonas inundadas de Filipinas, según informó este miércoles la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), que señaló que el número de casas destruidas se ha incrementado a 46.000 y que ya son 261.000 las parcialmente dañadas tras el paso de tres tifones --Parma, Ketsana y Mirinae-- por el país.
La población afectada reside en sus casas dañadas, en centros de evacuación o con familias de acogida. "La situación humanitaria aún es crítica para la gente que está desplazada, aún vive en zonas sumergidas por el agua o para aquellos que viven en zonas destruidas por los deslizamientos de tierra", indica la OCHA.
Esta agencia de la ONU subraya la dificultad del acceso en Luzón puesto que hay numerosas aldeas aisladas después de que los puentes y carreteras quedaran destrozados. "Los esfuerzos por alcanzar las zonas inaccesibles por aire se están llevando a cabo", afirma.
Además, al carecer de un plan central para el reasentamiento, el traslado de los evacuados es responsabilidad de cada municipio. Los diferentes equipos en el terreno han manifestado la dificultad del movimiento de los evacuados, lo que ha dañado la capacidad de las agencias para planear y dar apoyo sanitario.
La principal preocupación humanitaria es el acceso al agua potable, las instalaciones sanitarias y los artículos de higiene en los campamentos de reasentamiento y en las zonas residenciales afectadas por las inundaciones. Otras prioridades incluyen la rehabilitación y la mejora del drenaje y la recogida de desechos sólidos.
En la actualización también se indica que ya ha habido 249 muertes por leptospirosis, una enfermedad de la que ya hay 3.382 casos. Además, la OCHA indica que varias zonas aún tienen un acceso limitado a los servicios médicos, ninguno de los servicios están disponibles en los centros de evacuación, y el acceso de los evacuados a los centros secundarios y terciarios es limitado.
Por otro lado, los daños combinados por los tifones en el sector educativo han superado los 30 millones de dólares. En total, 2.936 escuelas han resultado dañadas y, en Luzón, 100 escuelas se utilizan para albergar a casi 1.000 familias, a pesar de que el número de centros educativos empleados como centros de evacuación desciende mientras las autoridades intentan regresar a la normalidad.