MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Plataforma por la Abolición de la Prostitución, que engloba a diversas organizaciones de mujeres y está vinculada a otras 70 de ámbito estatal, autonómico y local, presentó hoy una campaña, dirigida a todos los medios de comunicación social y especialmente a la prensa escrita, en la que pide a los medios escritos "que mantengan una posición de coherencia editorial", con respecto a la inserción de anuncios de contactos en sus páginas.
En esta línea, el organismo les pide que renuncien a los beneficios económicos "que les reporta la oferta de mujeres que se prostituyen en sus secciones de contactos". Asimismo, recuerda que, con esta actitud, "contribuyen a la explotación sexual de las mujeres, a la violencia de género y a la devaluación del colectivo".
Por otra parte, les exige que incorporen la perspectiva de género en el tratamiento de las informaciones y noticias relacionadas con la prostitución y la trata de personas. Para la plataforma, "es necesario" que desplacen el centro de atención informativa de las mujeres a los "responsables" de esta forma de explotación, los proxenetas.
También reclama a los medios "que acaben con el habitual anonimato de quienes promueven la prostitución y de los locales donde se explota sexualmente a mujeres, incorporando a sus crónicas la identificación de los responsables y la ubicación donde se practica la reclusión, encierro y explotación de las mujeres prostituidas".
Así, recuerda que, al igual que el proxenetismo es un delito, con la reforma del Código Penal de 2003, "también se considera como tal la obtención de beneficio económico a través de la explotación sexual de otra persona". Por ello, subraya que los medios de comunicación "nunca deberían dar cobertura mediática a estas prácticas en sus programas o espacios".
Finalmente, el organismo advierte de que tomará medidas dirigidas a los poderes públicos para pedirles que tomen iniciativas "que impidan que los medios de comunicación continúen anunciando la explotación sexual". Además, anuncia una campaña internacional para denunciar a la prensa que se lucra "colaborando con la explotación sexual de las mujeres".
