Actualizado 10/02/2014 14:05

Oxfam advierte del riesgo de crisis alimentaria en Sudán del Sur

Trabajadores de Oxfam en Sudán del Sur
Foto: INTERMÓN-OXFAM

Las fuerzas gubernamentales y la oposición respetan por el momento el alto el fuego firmado el 17 de enero

   MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

   La ONG Intermón-Oxfam ha advertido de que si el conflicto entre el Gobierno del presidente Salva Kiir y los disidentes del exvicepresidente Riek Machar no permite a los agricultores sembrar antes de la temporada de lluvias, que comienza en abril, el país podría sumirse en una grave crisis alimentaria que agravaría aún más la situación en uno de los países más pobres del planeta.

   "O plantas antes de abril o en octubre no hay nada, lo que sería perder un año entero", ha explicado el que es director de Oxfam en Sudán del Sur desde febrero de 2012, Ferrán Puig, que se encuentra en Madrid.

   Por el momento tanto las fuerzas gubernamentales como los sublevados de Machar están cumpliendo con el acuerdo alcanzado el 17 de enero para un alto el fuego, tras semanas de combates entre las fuerzas gubernamentales, principalmente de etina dinka, y los sublevados, mayoritariamente nuer.

   Puig ha explicado que el 60 por ciento de los aproximadamente 12 millones de sursudaneses viven en un entorno rural, lo que agrava el riesgo de crisis alimentaria, y aunque el país cuenta con una importante cabaña de ganado, las vacas son fundamentalmente una fuente de prestigio social y no las matan para comer más que como último recurso. De hecho, los jefes tribales adoptan el nombre de su vaca preferida cuando acceden al cargo.

   Desde el 15 de diciembre, cuando estallaron los combates, miles de personas han muerto y más de un millón se han visto obligadas a huir de sus hogares.

   Como consecuencia del conflicto, cientos de miles de personas han huido por miedo a las matanzas interétnicas y se encuentran hacinados en los campamentos de refugiados improvisados levantados dentro de las bases de la Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS, por sus siglas en inglés).

RESPUESTA HUMANITARIA

   Tras los primeros días de violencia, las ONG activaron sus mecanismos de respuesta para atender a los desplazados, tanto nuer que huían de los dinkas como a la inversa. Oxfam se ha centrado en el suministro de agua potable y equipos de saneamiento y espera poder sumarse próximamente a las operaciones de distribución de alimentos, ha explicado Puig.

   La crisis humanitaria provocada por este conflicto se suma a la ya de por sí precaria situación del país, con la mitad de la población viviendo por debajo del umbral de la pobreza (menos de 1,25 dólares diarios de ingresos) y unos 4 millones de personas no cubren sus necesidades nutricionales.

   Puig ha destacado que no hay que reconstruir el país, sino construirlo, ya que "nunca se construyó", y como ejemplo ha citado que Sudán del Sur cuenta con un solo puente y apenas 100 kilómetros de carreteras asfaltadas en un territorio de una extensión similar a la de Francia.

   Este conflicto ha llevado a Sudán del Sur, que declaró su independencia en 2011, al borde de la guerra civil, pero ahora ambas partes participan en un proceso de paz patrocinado por la Autoridad Intergubernamental de Desarrollo (IGAD), un bloque regional integrado por Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán, Uganda, Yibuti, Eritrea y Sudán del Sur. Las negociaciones se reanudarán el próximo 7 de febrero.

   La presión de los vecinos africanos de Sudán del Sur ha sido clave para lograr el alto el fuego negociado en Addis Abeba, pero las optimistas perspectivas sobre inversiones extranjeras y desarrollo del país parecen haberse desvanecido a raíz de esta crisis.

   En cualquier caso, Puig ha asegurado que es optimista. "Volver a vivir juntos es difícil, pero no imposible", ha afirmado, y como ejemplo ha recordado el comportamiento de un nuer que ocultó a un grupo de dinkas en su casa durante un ataque de milicias nuer a una base de la UNMISS.