MADRID, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) informó ayer de que la muerte por disparos de su cooperante Elsa Serfass en la región de N'Gaoundal, en el noroeste de República Centroafricana, el pasado lunes, se debió al ataque de miembros rebeldes del Ejército Popular por la Restauración de la Democracia (APRD), quienes "reconocieron su responsabilidad" en lo sucedido y declararon que se trató de un "error".
Serfass falleció como consecuencia de la herida de bala sufrida cuando el vehículo de MSF en el que viajaba recibió dos disparos, al sur de Bong. La víctima viajaba con otros dos compañeros que resultaron ilesos en el incidente, precisa MSF.
La organización precisa en un comunicado que tanto el APRD como el resto de las partes del conflicto, fueron "debidamente informados con anterioridad del trayecto" del equipo de MSF y que su coche estaba "claramente identificado" con el logo de Médicos Sin Fronteras.
Tras recibir los dos disparos --uno de ellos alcanzó a Serfass--, el conductor del vehículo descendió del mismo para advertir a los asaltantes que eran médicos de MSF. Así, una veintena de hombres que se identificaron como miembros del APRD aparecieron y, después de comprobar que se trataba de un error, se dispersaron y dejaron ir a los miembros de MSF. Sin embargo, Serfass falleció poco después debido a la gravedad de su herida.
En el mismo comunicado, MSF denuncia el "clima de inseguridad" en la zona, provocado tanto por los rebeldes como por las fuerzas gubernamentales, y que da a lugar a "violencia y represalias contra los civiles, secuestros, amenazas e intimidaciones contra el personal humanitario". Por ello, MSF decidió "suspender sus acciones de movilidad en el noroeste del país" y su equipo instalado en Paoua ha regresado a la capital, Bangui.
El regreso a sus actividades, señala MSF, "dependerá del resultado de las conversaciones" de la organización humanitaria con "todas las partes involucradas en el conflicto" y de la "evaluación que hagan de su espacio de trabajo".
