MADRID, 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
Save the Children ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que intensifiquen sus esfuerzos y respondan a las necesidades de los más de 2,5 millones de niños y niñas afectados, de un total de 4,2 millones personas, por las inundaciones acontecidas hace dos semanas en Filipinas y que, según pronostican, se prolongarán hasta tres meses.
Desde la organización han comenzado a establecer espacios seguros y escuelas temporales para los niños, niñas y adolescentes en algunos centros de evacuación. "Estos espacios proporcionan a los niños y adolescentes un área segura donde pueden jugar, aprender y expresarse bajo la supervisión de adultos con formación para atenderles", han indicado. Además, han señalado que estos espacios también proporcionan la oportunidad de detectar, debatir y promover temas de protección infantil en los centros de evacuación.
Por su parte, el coordinador de Emergencias de Save the Childrenen Asia, Gonzalo Atxaerandio, ha declarado que "los niños tiene necesidades específicas y experiencias diferentes a las de los adultos por lo que durante una emergencia se ven expuestos a situaciones extremas a las que les es difícil enfrentarse". Por ello considera que "además de cubrir sus necesidades básicas, es necesario proporcionarles apoyo emocional para ayudarles a recuperarse de esta experiencia traumática".
En este sentido, Atxaerandio ha explicado que "es necesario que se vuelvan a activar las clases escolares normales". "Los niños no deberían dejar de ir a la escuela durante un largo período de tiempo, pero estamos estudiando cómo podría afectar a las familias que se están refugiando en los colegios y no pueden volver a sus casas todavía", ha apostillado.
Desde Save the Children aseguran que a pesar de que algunas familias han comenzado a retornar a sus hogares, todavía más de 212.000 personas permanecen en 656 centros de evacuación con acceso limitado a agua segura y potable, saneamiento y atención sanitaria.
Asimismo, Atxaerandio ha afirmado que "es posible que alrededor de doce tifones más lleguen a Filipinas durante lo que queda de año". "Por lo que es muy probable que el agua en estas zonas no descienda, obligando a los niños y niñas a permanecer en los centros de evacuación exponiéndose a condiciones poco seguras y saludables", ha concluido.