MÉRIDA, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Federación Scouts de Extremadura, que engloba a más de 2.000 miembros entre niños, jóvenes y adultos voluntarios, distribuidos en una veintena de grupos scouts de diferentes localidades extremeñas, realizó hoy un balance "positivo" de los proyectos desarrollados durante el año 2007 para inculcar valores "positivos".
Estos proyectos han girado en torno a los valores que la entidad recoge en su proyecto educativo y su programa educativo, los dos documentos clave de esta federación. Dichos valores se trabajan a través de diferentes ámbitos, como son la educación para la salud, educación ambiental, educación en el consumo responsable, educación vial, etc, y como ámbito transversal, se trabaja la educación en valores, uno de los ejes principales de la entidad.
Todas las actividades que desarrollan los scouts buscan inculcar una serie de valores "positivos", como son la autoestima, igualdad, respeto y tolerancia, ciudadanía, cuidado del medio ambiente, pluralidad, etc.
Los diferentes proyectos de la entidad se complementan para abarcar multitud de actividades, que son realizadas durante todo al año, preparadas y desarrolladas por adultos voluntarios. Estas actividades van desde juegos, dinámicas, vídeo foros, visitas culturales, acampadas, campamentos, actividades solidarias, acción social, etc.
Precisamente los voluntarios son el colectivo clave de Scouts de Extremadura. Lo forman personas con edades que varían desde los veinte a los sesenta años, que dedican parte de su tiempo libre a preparar y guiar las actividades que desarrollan los niños/as y jóvenes.
Ante una posible modificación del decreto que regula la formación de los voluntarios como monitores, Scouts de Extremadura, que posee su propia escuela de formación, y que ofrece sus cursos a los voluntarios sin ningún tipo de lucro, espera que no se endurezcan las condiciones para la obtención de la titulación, ya que según dijo los formadores de dicha escuela son también voluntarios y no podrían hacer frente a un nuevo incremento en el número de horas.
Según el colectivo, si este incremento se produjera, podría suponer la desaparición de una escuelas de tiempo libre que no compensa económicamente a sus formadores por las horas que dedican a impartir cursos.
