Actualizado 11/09/2007 15:00

Uganda.- HRW acusa al Ejército ugandés de torturar y matar civiles durante una campaña de desarme

La ONG reconoce los esfuerzos del Gobierno para acabar con los abusos, pero pide que los autores sean castigados


NUEVA YORK, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -

Human Rights Watch acusó hoy al Ejército de Uganda de torturar y matar civiles durante una serie de operaciones desarrolladas en la región de Karamoja, en el marco de una campaña de desarme. Según un informe de la ONG, los esfuerzos del Gobierno para impedir estos abusos son insuficientes.

En mayo de 2006, el Ejército ugandés lanzó una campaña de desarme en la región de Karamoja, cuyas comunidades, dedicadas al pastoreo, se enfrentan a la violencia de los guerreros 'karamojong', además de a la pobreza, las frecuentes sequías y el bandolerismo.

Según una de las autoras del informe y miembro de la división africana de la ONG, Elizabeth Evenson, el Gobierno de Uganda "tiene todo el derecho a retirar las armas de las manos de los ciudadanos corrientes, pero sus soldados deben obedecer también la ley".

El documento --de 97 páginas y titulado '¡Coge el arma!: Violaciones a los Derehos Humanos por parte del Ejército nacional de Uganda en operaciones de seguridad en la región de Karamoja'-- se basa en los testimonios aportados por 50 personas que presenciaron las operaciones llevadas a cabo por las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Uganda (UPDF, en sus siglas en inglés) entre septiembre de 2006 y enero de 2007, así como en las visitas realizadas a seis de los lugares donde se desarrollaron las operaciones.

En algunos de sus testimonios los residentes relataron a HRW cómo los soldados dispararon contra niños, matando a tres de ellos; utilizaron a personas armadas para destruir dos granjas; y, en varias ocasiones, golpearon con dureza y detuvieron a hombres en instalaciones militares para obligarles a revelar la ubicación de armas. Durante el mismo periodo, decenas de soldados murieron a manos de guerreros 'karamojong' en emboscadas y enfrentamientos.

Según HRW, durante las operaciones de búsqueda y acordonamiento, los soldados normalmente rodeaban las granjas en mitad de la noche y, con la llegada del día, obligaban a los residentes a abandonar sus casas, que eran registradas en búsqueda de armas.

En octubre de 2006, las UPDF impusieron controles más estrictos sobre sus soldados, después de que se conociera un violento incidente en el que un número desconocido de soldados y al menos 48 civiles murieron, seis de ellos en ejecuciones sumarias.

La ONG afirma que, en los últimos meses, las operaciones de desarme han sido menos violentas y han provocado menos acusaciones de abusos. De hecho, un informe elaborado por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos también registró una disminución de las violaciones de los Derechos Humanos entre los meses de abril y agosto de este año, así como una reducción de los incidentes de bandolerismo, debido a las actividades de las Fuerzas de Defensa.

Sin embargo, el informe del Alto Comisionado indicó que las violaciones a los Derechos Humanos continúan, incluyendo los asesinatos, las palizas y las detenciones arbitrarias. En este sentido, HRW también se manifestó preocupado porque sólo unos pocos soldados han sido llevados ante la justicia por los abusos cometidos durante las operaciones de desarme.

Así, y a pesar de los esfuerzos desplegados por el Ejército ugandés, la ONG pidió al Gobierno que proporcione una respuesta más sistemática a las violaciones de los Derechos Humanos. "Es bueno que el Ejército ugandés esté intentando controlar a sus soldados durante las operaciones de desarme, pero todavía están teniendo lugar abusos", afirmó Evenson, advirtiendo de que si los abusos continúan "sin ser reconocidos ni castigados" serán inevitables nuevos abusos.