Actualizado 28/11/2007 17:14

VoluntaRíos celebra un acto de reconocimiento a las 2.300 personas que han participado en sus programas


ZARAGOZA, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

El proyecto VoluntaRíos celebra hoy la fiesta de clausura de la temporada 2007 con un acto de reconocimiento a las personas que han participado en los diferentes programas que han realizado en los ríos aragoneses y que el coordinador de este proyecto, Francisco Iturbe, ha cifrado en unas 2.300 personas entre VoluntaRíos Zaragoza y VoluntaRíos Aragón.

Estas se dividen unos 100 grupos en los que participan colegios, asociaciones vecinales, empresas y otros tipos de colectivos y ellos se dividen en tres niveles. Los primeros son los llamados voluntaRíos, que realizan alguna de las actividades concretas organizadas por el proyecto.

Los segundos, los cuidadores, mantienen su actividad durante más tiempo en una zona. El tercer nivel, son los que apadrinan una zona concreta de un río y en ella hacen un seguimiento continuado de su estado, coordinados por el proyecto.

Así, por ejemplo, Asociación de vecinos Jerónima Zaporta de La Cartuja ha apadrinado un tramo del río Ebro; la Granja Escuela La Torre un tramo del Canal Imperial mientras que Colegio Sagrada Familia trabaja en un tramo del río Huerva.

Hoy se reconoce estos y otros trabajos en una fiesta de clausura de campaña en el Centro de Historia de la Plaza San Agustín de Zaragoza, jornada que contará con la presencia del presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, José Luis Alonso.

MALA CALIDAD.

El estado de los ríos en Aragón es malo, la calidad de las aguas es mala "todavía reversible pero mala" señaló Francisco Iturbe en declaraciones a Europa Press. "Hay indicios que señalan una mejora pero esta es leve y lenta", agregó.

Los problemas que inciden en esa mala calidad son principalmente la gran cantidad de residuos, sobre todo en núcleos urbanos y sobre todo en Zaragoza; los vertidos a l río bien sean por filtraciones urbanas o desde las empresas; y el acceso a los ríos por construcciones, edificios, taludes, escolleras y otras infraestructuras que se levantan en las riberas.

El estado de la conciencia de los políticos de las administraciones implicadas es comparable, según Iturbe, a la calidad del agua: "se notan indicios de que va a mejor, pero es mala.

A juicio de Iturbe, todavía falta la conciencia de que los ríos "son sistemas complejos, que tienen su importancia en el mero hecho de ser ríos, No por ser fuente de guía o de energía sino como sistemas vivos". Esa idea es la recogida en la directiva marco a la que se acogen todas estas instituciones pero de la que parecen no terminan de captar su esencia.

Pero de cualquier manera, la fiesta de hoy va dirigida al reconocimiento de los voluntaRíos, cuidadores y padrinos. "Los tirones de orejas ya vendrán con la publicación de la memoria anual a principios del año que viene", concluyó Iturbe.