SEVILLA 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
La organización ecologista WWF advirtió hoy de que en el entorno de Doñana existen "más balsas ilegales difíciles de detectar y controlar" que inciden en la desecación del acuífero Almonte-Marismas del que se nutre el espacio, a las que se suman los "casi mil pozos también irregulares" que funcionan en la zona "sin ningún tipo de autorización".
Según indicó a Europa Press la responsable del área de Biodiversidad y coordinadora para Doñana de WWF, Eva Hernández, en los últimos años "han proliferado las balsas ilegales" de riego, ya que hace más de dos años que la Agencia Andaluza del Agua deniega todas las licencias para la creación de balsas de regulación en esta zona, a las que hay que sumar casi 1.000 pozos que igualmente carecen de autorización, apuntando además que des 2004 "apenas se han registrado cierres".
La ecologista consideró que la solución a esta situación "insostenible" tanto para el Parque Nacional como para la comarca de Doñana o el trabajo de los propios agricultores pasa por "que se cierren lo pozos ilegales y se conforme un sistema público de pozos que coordinen las comunidades de regantes".
Además, apostó porque la Administración "controle incluso los pozos legales que funcionan en el entorno de Doñana y fije cada año un máximo de agua para el riego, ya que todos los años no llueve lo mismo y hay que distribuir el agua de manera racional entre las fincas para cumplir con el buen estado ecológico de las aguas que establece la Directiva Marco que hay que alcanzar en el año 2015".
Hernández recordó, por otro lado, que la organización ecologista presentó en la Fiscalía de Medio Ambiente de Huelva un informe sobre el uso del suelo en el entorno de Doñana entre 2003 y 2009, en el que pide a este órgano que investigue posibles delitos sobre ocupación ilegal del suelo y extracción ilegal de agua del acuífero Almonte-Marismas.
La responsable del área de Biodiversidad de WWF confió en las novedades que introduzca el Plan Especial de Ordenación del Regadío en la Corona Forestal de Doñana, que saldrá a exposición pública próximamente, ya que, según afirmó, es "necesario reorganizar la zona para resolver los problemas de seguridad que tienen los propios agricultores, solucionar el bloqueo que tienen actualmente los corredores ecológicos y poner sobre papel los pozos ilegales que existen para intentar revertir la sobreexplotación del acuífero Almonte-Marismas".
"Es fundamental trasladar fincas situadas actualmente en lugares sensibles, cerca de lagunas y arroyos, y concentrarlas en una zona adecuada, pues la vista aérea del territorio se corresponde con una amalgama de cintas freseras dispersas, lo que incrementa el coste de los servicios tanto a los propios agricultores como a la Administración", enfatizó.
IMPACTO DE LA BALSA DETECTADA
Por otro lado, el coordinador del área de Agricultura de WWF, Felipe Fuentelsaz, indicó que, efectivamente, las obras de construcción de la balsa ilegal de riego detectada dentro del término municipal de Almonte (Huelva), junto a la carretera de La Teja-La Cañada, "se han parado", pero los trabajos, después de un mes, "se encontraban bastante avanzados y el movimiento de tierras ha sido considerable, por lo que el impacto en la zona es importante".
Según Fuentelsaz resulta "inexplicable que durante un mes no se haya levantado la voz de alerta ante la construcción de una cavidad con una superficie equivalente a la de dos campos de fútbol, y la capacidad de 80 piscinas olímpicas, que ha implicado el movimiento diario de cinco tractores, todo ello justo al lado de una carretera transitada por multitud de vehículos y perfectamente detectable por guardar rurales o agentes de medio ambiente".
Por su parte, el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, consideró que la detección de esta balsa ilegal confirma el "clima de impunidad que reina en la zona y la falta de vigilancia de las Administraciones", lamentando el "retraso" de la Junta y el Ayuntamiento de Almonte en aplicar la ley en este caso, que demuestra la situación de "desorden" que lleva criticando la organización "desde hace años".
Además, avisó de que la construcción de una balsa de agua de estas dimensiones sin las pertinentes medidas y certificados de seguridad, supone un "enorme riesgo de rotura o desbordamiento cuyas consecuencias podrían ser desastrosas tanto para el entorno natural, como para los habitantes de la zona".
El ecologista apuntó que seis años después de la aprobación del Plan de Ordenación del Territorio del Ámbito de Doñana (Potad) en 2003, "se ha superado en un 18 por ciento la superficie de cultivos de regadío intensivo que éste identificaba, llegando a las 1.683 hectáreas".
De éstas, precisó, "una cuarta parte, 417 hectáreas, proceden de la deforestación de amplias zonas de bosque, 110 de ellas transformadas tras el anuncio de la aprobación del Plan Especial de Ordenación del Regadío en la Corona Forestal de Doñana por la Junta de Andalucía en 2007, momento en el que se suponía se procedería a un férreo control de la transformación ilegal de los terrenos o la apertura de nuevos pozos".
Además, llamó la atención sobre que la Consejería de Medio Ambiente coloca a Huelva como líder en Andalucía en número de incendios en suelo forestal, con un total de 211 intervenciones, señalando los términos municipales de Almonte, Bonares y Lucena, tres localidades de la zona fresera, como los "más afectados", algo que confirma el Informe Anual sobre Incendios de Doñana realizado por WWF.