KABUL 20 Jun. (EP/AP) -
Al menos 230 civiles murieron este año en Afganistán como consecuencia de los ataques aéreos y redadas de las tropas de la OTAN y Estados Unidos, según denunció la Agencia de Coordinación del Cuerpo de Ayuda en Afganistán (ACBAR) que aúna a más de 90 ONG nacionales e internacionales.
La denuncia de esta agencia se produce tras las decenas de muertes de civiles que se han registrado en los últimos días, como consecuencia de los duros enfrentamientos provocados por una ofensiva talibán contra una provincia clave del sur del país, Kandahar, en donde la insurgencia expulsó a la Policía y tomó el control de un distrito.
Las cifras de bajas no combatientes en los últimos días --causadas tanto por los talibán como por las fuerzas extranjeras-- despertaron la ira de la opinión pública hacia el presidente afgano, Hamid Karzai, así como hacia los soldados extranjeros.
En este sentido, Karzai pidió repetidamente a las fuerzas internacionales que coordinaran sus acciones de manera más estrecha con las autoridades afganas, con el fin de proteger a los civiles próximos a las líneas de combate.
En la misma línea, la ACBAR --que incluye agencias como Oxfam o Save the Children-- responsabilizó en gran medida a las acciones estadounidenses, a los que acusó del uso indiscriminado de la fuerza que provoca la muerte de inocentes.
En un comunicado, ACBAR advirtió ayer de que muchas operaciones de este tipo son desarrolladas "al margen del mando de la OTAN", ya sea "por parte de las fuerzas estadounidenses, ya sea en conjunción con las afganas".
Por ello, la agencia responsabilizó a las fuerzas internacionales y afganas de la muerte de 230 civiles, entre los que se encuentran 60 mujeres y niños. Según sus datos, estas cifras de bajas incluyen a nueve personas que murieron durante una "chapucera redada" en una casa, decenas de muertos por ataques aéreos, y otras 14 "simplemente por conducir o caminar demasiado cerca del personal militar internacional o de sus vehículos".
Así las cosas, ACBAR advierte de que la buena voluntad de la población hacia la presencia militar internacional que se mostró inicialmente --desde 2002-- "está desapareciendo en muchas partes del país" debido al "uso excesivo de la fuerza y a las redadas abusivas". Un respaldo que se está viendo afectado, no sólo con respecto a la presencia militar, sino también hacia el trabajo humanitario y de desarrollo que existe en la zona.