Actualizado 18/03/2009 21:04

Las agencias de la ONU piden que la lucha de poder no eclipse los problemas que sufre la población en Madagascar

MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

Distintas agencias de Naciones Unidas han pedido que la lucha de poder que han protagonizado el ya ex presidente de Madagascar, Marc Ravalomanana, y nuevo jefe de Estado, Andry Rajoelina, no eclipsen los problemas que sufre la población, como el aumento de los precios de los alimentos, la grave sequía del sur o la destrucción provocada por dos ciclones tropicales.

"A los niños les da miedo ir al colegio; los precios de la comida han aumentado, dejando hambrientos a los más vulnerables; y la falta de medidas sanitarias en las localidades aumenta el riesgo de epidemias", declaró a la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN, el representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Madagascar, Bruno Maes.

Tras la dimisión de Ravalomanana, asumió el poder, con el apoyo del Ejército, el hasta ayer líder opositor Andry Rajoelina. Esto ocurrió después de varias semanas de protestas y disturbios que se han cobrado la vida de unas 170 personas, mientras que unas 1.000 han resultado heridas, según IRIN.

Estos hechos han sido condenados por gran parte de la comunidad internacional --la Comunidad de Desarrollo del África Austral, la Unión Africana, la Comisión Europea y Estados Unidos--, lo cual sugiere que la asunción del poder por parte de Rajoelina, que muchos consideran un golpe de Estado, podría provocar la suspensión de la ayuda internacional.

EFECTOS NEGATIVOS EN LA ECONOMÍA

Con el 70 por ciento de su población viviendo con menos de un dólar al día, ésta es una crisis que Madagascar no se puede permitir, indicó IRIN, que añadió que, aunque la causa de los disturbios fueron los problemas socioeconómicos, la lucha de poder ha desestabilizado la economía.

Así, la inestabilidad ha provocado una caída en el número de turistas que visitan el país --que en 2008 dejaron 390 millones de dólares-- y 25.000 empleos están en peligro, aseguró la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de los Asuntos Humanitarios (OCHA).

"La pérdida de empleos por la crisis política amenaza con llevar a los pobres vulnerables y a las clases medias bajas a la pobreza extrema. Para los que ya son indigentes, que se calcula que son más de 500.000 (...), la actual crisis ha puesto fuera de su alcance incluso los alimentos más básicos", manifestó la directora del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PAM) en Madagascar, Krystyna Bednarska.

POBLACIÓN EN SITUACIÓN DE NECESIDAD

El representante de UNICEF señaló que desde que comenzaron los disturbios apenas se ha recogido la basura de las calles y que la acumulación de residuos en las calles de Antananarivo es preocupante por los efectos que puede tener en la salud pública ya que podrían surgir brotes de ciertas enfermedades y de diarrea.

Por otro lado, en el árido sur del país, las lluvias tardías están prolongando la estación más difícil. "Esto significa que habrá 150.000 personas que necesitarán ayuda al menos hasta junio", aseveró la directora del PAM en Madagascar. En el sur también preocupa el acceso al agua potable, que se vende tan cara que algunas personas han empezado a usar agua del mar para cocinar.

Asimismo, una semana antes de que comenzasen las manifestaciones, Madagascar sufrió el paso de dos ciclones tropicales, 'Eric' y 'Fanele', que afectaron a más de 60.000 personas y dejaron sin hogar a más de 4.000. Según la OCHA, aún hay personas que siguen recibiendo asistencia y 1.400 continúan viviendo en viviendas provisionales.

En vista de los numerosos problemas a los que se enfrenta el país, la directora del PAM en Madagascar advirtió de que los recursos de los que disponen en el país las organizaciones humanitarias serán insuficientes para cubrir las necesidades. "Se necesitan urgentemente más fondos. El déficit de recursos que sufre el PAM para atender las necesidades alimentarias en el sur, afectado por la sequía, y en los centros urbanos es de unos trece millones de dólares", explicó.

Todas las agencias de la ONU y las ONG que colaboran con ellas están preparando un Plan de Acción sobre Necesidades Inmediatas, que coordina la OCHA y que sirve para recaudar fondos de forma urgente.