Actualizado 12/12/2007 15:56

Las agencias de la ONU piden medidas inmediatas sobre el clima para evitar el hambre

MADRID, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -

Al expresar su "profunda preocupación", las tres agencias de la ONU con base en Roma --el Fondo de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PAM) y el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA)-- advirtieron hoy de que el cambio climático es una grave amenaza para la seguridad alimentaria e incrementará el hambre y la desnutrición a menos que se tomen medidas inmediatas.

El director general de la FAO, Jacques Diouf, indicó en nombre de los tres organismos en la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático que los fenómenos climáticos extremos están teniendo ya efectos adversos en la seguridad alimentaria y que los cambios a medio plazo continuarán teniendo un impacto negativo.

"Si no actuamos ahora, el cambio climático incrementará el número de hambrientos en el mundo El cambio climático es una grave amenaza para la seguridad alimentaria a nivel mundial", aseguró. El informe de la FAO 'Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo 2006' indicaba que 854 millones de personas en todo el mundo sufren de hambre y malnutrición, de los cuales 820 millones están en los países en desarrollo.

"Las personas y sistemas alimentarios vulnerables resultarán especialmente afectados", subrayó Diouf. "La gente que ya es vulnerable y vive en la inseguridad alimentaria verá agravada su situación", señaló.

Tres de cada cuatro de los 1.000 millones de pobres en el mundo viven en zonas rurales de los países en desarrollo y se enfrentan a un riesgo inmediato a causa de las malas cosechas y la pérdida del ganado. También son vulnerables los más de 1.500 millones de personas en el mundo que dependen de los bosques, y que figuran entre las más pobres, al igual que los 200 millones que dependen de la pesca, según Diouf

"Cuando discutamos sobre el cambio climático es primordial que abordemos las preocupaciones sobre la seguridad alimentaria", dijo Diouf, anunciando que en junio del año que viene la FAO organizará una conferencia de alto nivel para tratar la seguridad alimentaria mundial y los desafíos del cambio climático y la bioenergía.

ALERTA, ADAPTACIÓN, REDUCCIÓN DE RIESGO

A su juicio, es vital tomar medidas inmediatas para aumentar la resistencia al cambio climático de la población rural y ayudar a su adaptación a las nuevas condiciones. Mientras que han de redoblarse los esfuerzos para garantizar que la creciente población mundial tenga acceso a comida suficiente, sana y nutritiva --añadió--, las medidas efectivas a tomar incluyen sistemas de alerta temprana, estrategias de adaptación, actividades de reducción de riesgo de catástrofes, e iniciativas en la red de seguridad contra el hambre.

Una gestión forestal sostenible también ofrece oportunidades para una inmediata mitigación y adaptación, dijo Diouf. La deforestación es responsable del 17 por ciento de los gases de efecto invernadero mundiales de forma que una mejor gestión forestal ofrecería la oportunidad de "medidas exhaustivas, rápidas y efectivas" al tiempo que beneficiaría a la población rural pobre y conseguiría beneficios medioambientales.

Los pagos por los servicios medioambientales y por la conservación y retención del carbono podrían hacerse a los agricultores que vivan en ecosistemas frágiles, sugirió Diouf.

Por otro lado, afirmó que se necesitan enfoques de estrategias integradas y de colaboración para superar las diversas amenazas del cambio climático. "La ejecución eficaz requerirá mayores inversiones a todos los niveles en desarrollo agrícola y gestión de recursos naturales".

Por todo ello, la FAO, el FIDA y el PAM se comprometieron a usar su conocimiento, presencia global en el terreno y programas de inversión para dar su "apoyo continuo a los países y seguir colaborando con los países miembros y otros socios, dentro y fuera de Naciones Unidas, para asegurar que los efectos del cambio climático no agraven el hambre y la pobreza", concluyó.